Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) – El miércoles, el Tribunal Superior de Apelaciones en lo Penal confirmó la sentencia anterior a Muhammad Ramadán, de 37 años, y Hussain Mussa, de 33, quienes fueron condenados en 2014 por su presunta participación en el asesinato de un oficial de seguridad.
Los dos, que fueron figuras destacadas durante las protestas pacíficas de Bahréin en 2011 que fueron brutalmente aplastadas con el apoyo de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos; ellos fueron torturados durante el interrogatorio para confesar un crimen que no habían cometido.
En octubre de 2018, el Tribunal de Casación, el tribunal más alto de Bahréin, revocó las sentencias anteriores en su contra con base en evidencia que incluía un informe médico y solicitó la revisión de las condenas de muerte.
Sin embargo, la decisión del miércoles se enviará ahora al Tribunal de Casación y, si se aprueba, los dos activistas enfrentarán la ejecución.
Muchos grupos de derechos han condenado el fallo, diciendo que revela que el poder judicial de Bahréin es corrupto.
El fallo es "nada menos que un asesinato político y una burla total de la justicia", dijo Sayyed Ahmed Alwadaei, director de defensa del Instituto de Derechos y Democracia de Bahréin (BIRD).
Agregó que Ramadán y Mussa "confirmaron sus condenas de muerte a pesar de la evidencia convincente de que fueron torturados", lo que demuestra que el poder judicial de Bahréin es corrupto.
Hussain Abdulá, director ejecutivo de Americans for Democracy and Human Rights in Bahrain (ADHRB), dijo que "este caso ejemplifica el sistema de justicia corrupto e inhumano en Bahréin".
Expresó además la esperanza de que, a través de la presión sobre el régimen de Manama, los dos activistas "puedan escapar de una ejecución arbitraria e ilegal".
Miles de manifestantes contra el régimen han realizado manifestaciones en Bahréin casi a diario desde que comenzó un levantamiento popular en el país a mediados de febrero de 2011.
Exigen que el régimen de Al Jalifa renuncie al poder y permita que se establezca un sistema justo que represente a todos los bahreiníes. Manama ha hecho todo lo posible para reprimir cualquier signo de disenso. El 14 de marzo de 2011, se desplegaron tropas de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos para ayudar a Bahréin en su represión.
Decenas de personas perdieron la vida y cientos de personas sufrieron heridas o fueron arrestadas como resultado de la represión del régimen de Al Jalifa. El régimen también ha estado revocando rutinariamente la ciudadanía de los disidentes.
El 5 de marzo de 2017, el parlamento de Bahréin aprobó el juicio de civiles en los tribunales militares en una medida criticada por los defensores de los Derechos Humanos como equivalente a la imposición de una ley marcial no declarada en todo el país.
El rey de Bahréin, Hamad bin Issa Al Jalifa, ratificó la enmienda constitucional el 3 de abril de 2017.
Ocho bahreiníes se enfrentan a sentencias de muerte, y dos esperan la decisión final del Tribunal de Casación.
Traducido en exclusiva por ABNA24 redacción española
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