Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) - La princesa Basmah Bint Saud Abdul Aziz, de 56 años, considerada una mujer de negocios astuta y un miembro abierto de la familia gobernante, hizo esta declaración en una carta publicada el jueves en Twitter.
Esta fue su primera declaración pública desde que fue encarcelada justo antes de visitar Suiza para recibir tratamiento médico en marzo de 2019, según fuentes cercanas a su familia.
"Como sabrán, actualmente estoy recluido arbitrariamente en la prisión de Al-Hayer sin cargos penales o de otro tipo", decía la carta publicada en su cuenta verificada de Twitter. "Mi salud se está deteriorando hasta un punto que es (grave) y eso podría conducir a mi muerte".
Sin embargo, no estaba claro cómo pudo tuitear desde el interior de la prisión de máxima seguridad cerca de la capital de la nación, Riad, conocida por mantener prisioneros políticos.
La princesa dijo que había sido "encarcelada" después de haber sido secuestrada sin una exposición “junto con una de sus hijas”.
La carta es la última señal de agitación dentro de la secreta familia real del régimen wahabí, que ha estado en curso desde el arresto del hermano y el sobrino del rey Salman el mes pasado en un intento aparente de acabar con la disidencia que tanto tiempo hierve en la familia real.
El mes pasado, un diario español informó que el príncipe heredero Muhammad bin Salman, ampliamente conocido como MBS, había secuestrado a su prima, la princesa Basmah, que había estado desaparecida durante un año, en medio de una creciente represión contra las voces críticas presentes en la realeza.
El informe describió a la princesa secuestrada como una crítica de la familia real que defendía los derechos de las mujeres, y agregó que estaba detenida en la prisión de Al-Hayer.
Apelando a su tío rey Salman y su primo MBS, la princesa Basmah insistió en su carta que ella "no había hecho nada malo" y que su salud era "muy crítica".
"No he recibido atención médica o incluso (a) respuesta a las cartas que envié de la cárcel a la Corte Real", escribió la princesa cautiva.
Sin embargo, no especificó la naturaleza de su dolencia en medio de sospechas de que podría estar infectada con el coronavirus mientras el reino lucha por contener la pandemia de rápida propagación.
El régimen saudí ha impuesto el toque de queda las 24 horas en gran parte del país para contener la propagación del virus COVID-19.
Arabia Saudí ha informado hasta ahora 6.380 infecciones y 83 muertes por la enfermedad en medio de informes de que los datos no reflejan el número real de casos en todo el país rico en petróleo del Golfo Pérsico.
Los medios de comunicación internacionales informaron a principios de marzo que MBS, de 34 años, había ordenado el arresto de tres miembros de alto rango de la familia real del reino, incluido su propio tío.
El New York Times, con sede en Estados Unidos, identificó a los arrestados como el príncipe Ahmed bin Abdulaziz, el hermano menor del rey Salman, el príncipe Muhammad bin Nayef, el sobrino del rey y un ex príncipe heredero, así como el hermano de Nayef, el príncipe Nawaf bin Nayef.
Otros informes dijeron que MBS había acusado a su tío y al antiguo príncipe heredero de "traición", alegando que la pareja había planeado dar un golpe de estado contra el joven dictador.
Un día después, el Times informó sobre el arresto de un cuarto príncipe por las acusaciones de un golpe planeado, identificándolo como el sobrino del rey Salman, Nayef bin Ahmed bin Abdulaziz, cuyo padre también fue arrestado antes.
Mientras tanto, múltiples activistas, clérigos, blogueras y periodistas han sido encarceladas en lo que los observadores describen como una represión y un autoritarismo crecientes bajo el gobierno de facto de MBS a medida que aumenta su control sobre el poder.
En noviembre de 2017, decenas de príncipes, ministros y ex ministros saudíes fueron detenidos y colocados en un hotel de lujo bajo estricta seguridad por acusaciones de lavado de dinero, soborno, extorsión a funcionarios y apropiación indebida de fondos públicos para beneficios personales.
La mayoría de esas figuras de alto rango luego aceptaron acuerdos monetarios a cambio de su libertad y pagaron sumas colosales de dinero.
Traducido en exclusiva por ABNA24 redacción española
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