Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) – Estados Unidos después que se retiró del acuerdo nuclear de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), en mayo de 2018 ha impuesto las sanciones más duras contra Teherán.
A pesar de la ineficacia de estas sanciones, Washington todavía enfatiza en aumentarlas.
En este sentido, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, informó el jueves que Estados Unidos ha ampliado las sanciones vinculadas a metales contra Irán, al incluir en su lista negra otros 22 materiales del país persa, y añadió que estos materiales son utilizados por la República Islámica para extender sus “programas de misil
es nucleares, militares o balísticos”.
Mientras que el presidente Trump impuso el 8 de mayo de 2019 nuevas sanciones contra los ingresos de Irán procedentes de la exportación de metales industriales y amenazó con nuevas acciones, a menos que Teherán cambie “fundamentalmente” su comportamiento.
Una orden ejecutiva emitida por Trump cubre los sectores iraníes del hierro, acero, aluminio y cobre, las mayores fuentes de ingresos por exportaciones no relacionadas con el petróleo de la República Islámica y el 10 por ciento de su economía de exportación.
Sin embargo, la resistencia del pueblo iraní ante estas sanciones ha causado desesperar el gobierno de Trump, y este gobierno ha tomada medidas provocativas como colocar el nombre del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) en la lista de las organizaciones terroristas, el asesinato del teniente general Soleimani y las sanciones de los altos funcionarios de Irán.
Asimismo, en una reunión del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Pompeo afirmó el jueves que la política de “máxima presión” de la actual Administración, presidida por Donald Trump, contra Irán, aunque ha tenido impactos en el país persa, no ha logrado su objetivo de “cambiar el comportamiento” de la República Islámica.
Pompeo también añadió que, como consecuencia de las sanciones reimpuestas por Washington en mayo de 2018, “los ingresos petroleros de Irán se han reducido en un 90 por ciento”.
A pesar de las presiones del gobierno de EE.UU. contra Irán y el paso de más de dos años de la realización de la política de “máxima presión”, pero aun el gobierno de Trump no ha llegado a sus objetivos sobre Irán y ha fracasado. Entonces, el gobierno estadounidense se ha enfrentado a muchas críticas por parte de varios grupos en Estados Unidos en víspera de las elecciones presidenciales de noviembre de 2020.
Además, la escalada de las sanciones contra Irán en medio de la epidemia del coronavirus muestra que el gobierno de Trump no considera las consideraciones humanitarias.
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