Según un informe publicado por el diario Haaretz, los artefactos arqueológicos fueron recuperados a principios de esta semana en una redada colaborativa de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA), la policía israelí y la autoridad fiscal en tres sitios después de una investigación de meses sobre el comercio ilegal de antigüedades.
Los hallazgos recuperados aparentemente fueron saqueados de tumbas y sitios en todo el Mediterráneo, Oriente Medio, África e incluso América del Sur.
Los artefactos robados fueron escondidos en cuartos de almacenamiento en casas particulares. Había monedas del Imperio seléucida, estatuillas de piedra, cerámica roja y negra de Grecia e Roma, lámparas de aceite de la época romana, joyas, tapas de sarcófagos egipcios y cajas de madera pintadas, y una llamativa vasija de vidrio verde decorada con caras entre ellas.
Algunos de los artefactos robados tenían calidad de museo, según la IAA.
Amir Ganor, jefe de la llamada unidad de prevención de robos en la IAA, dijo al Haaretz que los investigadores aún no han cuantificado los artefactos recuperados.
“No los hemos contado todavía. Hicimos listas. Es un hallazgo gigantesco; cientos de monedas, cerámica de muchos períodos, estatuas y artículos de bronce, artículos de piedra y vidrio también”, dijo Ganor.
Ganor destacó que Israel es famoso como mercado de antigüedades, donde la ley permite a los comerciantes de antigüedades obtener una licencia para vender.
“En este momento, hay 47 comerciantes de antigüedades con licencia. Entonces, si uno tiene antigüedades ilegales y las desliza en el inventario de un comerciante con licencia, efectivamente se blanquean. Entonces uno puede comercializarlos en todo el mundo bajo la apariencia de artefactos comercializados legalmente en Israel”, dijo.
Ninguno de los detenidos era comerciante autorizado, añadió Ganor, pero al menos algunos estaban en contacto con comerciantes autorizados.
El informe llega cuando la herencia cultural de Siria e Iraq está sufriendo daños colaterales por años de guerra y asaltos deliberados del Daesh y otros grupos terroristas takfiíes patrocinados por el extranjero.
En abril de 2019, el analista con sede en Washington Ahed Al-Hendi señaló el daño que Daesh ha infligido a los sitios religiosos y arqueológicos en Siria y dijo que la mayoría de los artefactos cristianos robados se vendieron fuera del país árabe devastado por la guerra.
“Había hombres de negocios y señores de la mafia que pagarían al Daesh y otros grupos terroristas millones de dólares para comprar esas reliquias robadas”, dijo en ese momento.
Al-Hendi agregó que, en algún momento durante el conflicto, la frontera entre Siria y Turquía era en gran parte porosa, «lo que permitió al Daesh sacar de contrabando tantos artefactos como pudieran tomar de las iglesias en las áreas bajo su control».
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