El término de la administración de Lyndon Johnson fue sin pena ni gloria. Un gobierno marcado por lo mítico de su antecesor, una rebelión racial que encendió el país, la guerra de Vietnam que sacó a relucir la contradicción de un país que dice poseer un destino manifiesto y la realidad de una sociedad, que con horror veía llegar a padres, hijos, hermanos en bolsas negras, desde una guerra a 14 mil kilómetros de distancia.
Administración Richard Nixon – Gerald Ford 1969-1977 (1)
Las elecciones presidenciales de noviembre del año 1968 estuvieron marcadas por toda la problemática de Vietnam, agravada por la explosiva situación interna norteamericana con los asesinatos de Martin Luther King, Robert Kennedy, MalcoM X entre otros. Los resultados de esta elección dieron el triunfo a Richard Nixon convirtiéndose en el mandatario N.º 37 de Estados Unidos. Como todo buen gobernante que se precie de original, Nixon estableció como base de su campaña, la promesa electoral de obtener "La paz con honor" en Vietnam, y para ello comienza de inmediato a forzar la sumisión del pueblo Norvietnamita, extendiendo la Guerra a Laos y Camboya. En una guerra genocida de incalculables pérdidas humanas para los pueblos de Indochina. La base conceptual de la idea de una paz con honor está expresada en la llamada Doctrina Nixon, dada a conocer el 8 de junio de 1969, en una reunión sostenida entre Nixon y el presidente de facto Survietnamita Thieu en la isla de Midway.
En ese encuentro se estableció el compromiso, no cumplido hasta tres años después, de retirar al ejército de ocupación estadounidense de Indochina, aunque ello supusiera poner en peligro la estabilidad de la zona (como sostenían los críticos de esta idea) teniendo claro que aquellos que perturbaron la zona fueron las potencias coloniales primero y Estados Unidos posteriormente -. Para llevar a cabo este compromiso aplicó la denominada Vietnamización del conflicto, que consistió en retirar progresivamente el ejército norteamericano y su sustitución en la lucha por el ejército de la República de Vietnam del Sur. Como un discurso repetido y continuo en la historia de las relaciones internacionales de los Estados Unidos, se utiliza a placer los términos en los cuales no creen, en este caso sostiene Nixon " Creo que la decisión que se tomó hoy en Midway, y que anunciamos en este momento, marca un importante paso adelante en el logro de nuestro objetivo de proteger el derecho a la autodeterminación del pueblo de Vietnam del Sur y en traer una paz duradera al país"
Más que Doctrina, las palabras de Nixon expresadas en Midway son una torpe y lastimosa repetición de promesas siempre incumplidas, mascarada de intenciones, la impotencia de un gobierno que veía que su sentido de misión se ahogaba en un charco de sangre. Las palabras de Thieu en Midway, no podían ser menos, de quien no podía más que agradecer a un gobierno que lo mantenía a punta de bayonetas y una descomunal fuerza militar como no se había visto en la historia (2). Estados Unidos en la intervención en Vietnam combinó diversas conductas para generar una guerra genocida, bombardeos masivos sobre población indefensa, matanza de civiles, contrabando de drogas para sostener una guerra secreta contra los pueblos de Indochina, que se mezclaron en una amalgama de intereses que el pueblo norteamericano, el hombre y la mujer de a pie empezaron a exigir que se terminara. Pero, para ser justos no debemos asignarle toda la culpa a Nixon. La temeridad y el disimulo criminal de los antecesores de Nixon se reveló ante la opinión pública norteamericana en junio de 1971 cuando el New York Times publicó los llamados Pentágono Papers, mantenidos hasta entonces en secreto, en los que se analizaba y documentaba, por encargo del Ministro de Defensa Robert McNamara, la implicación de Estados Unidos en Indochina.
Un punto importante en el gobierno de Nixon son las diferencias entre él y el Congreso. Más bien existía una debilidad de las Cámaras legislativas ante una "Guerra Presidencial" jamás declarada, y por tanto anticonstitucional. Esto volvió a ponerse de manifiesto cuando en diciembre de 1970, el Congreso revocó, en forma de apéndice a una Ley sobre Tráfico de Armas, la resolución del Golfo de Tonkín de 1964 "El Presidente no consideró necesario negar su consentimiento a la ley. Cuando la firmó en enero de 1971, se limitó a declarar que la presencia de tropas norteamericanas en Indochina estaba justificada incluso sin la resolución abrogada. Sin embargo la penetración de tropas survietnamitas en Laos, en febrero de 1971, tuvo que hacerse sin tropas norteamericanas de tierra, pues el Congreso había prohibido expresamente su intervención en la Ley sobre Presupuesto de Defensa de 1971. Pero en el Congreso no hubo la mayoría necesaria para poner una limitación legal eficaz al poder del presidente de emplear tropas en el extranjero, hasta que la guerra terminó para el bando norteamericano.
La Guerra de Vietnam trajo consigo efectos legislativos al aprobarse la llamada War Powers Act (3). Ley aprobada por el Congreso de los Estados Unidos el 7 de noviembre de 1973, sobre el veto de presidente Richard Nixon. La medida conjunta se llamó Resolución de Poderes de Guerra, aunque el título del proyecto de ley aprobado por el Senado, Ley de Poderes de Guerra, se utilizó ampliamente. La ley buscaba restringir la capacidad del presidente de enviar a las fuerzas estadounidenses en el extranjero al requerir que el poder ejecutivo consulte con el Congreso e informe al mismo antes de involucrar a las fuerzas estadounidenses en hostilidades extranjeras. Considerada ampliamente como una medida para prevenir los “futuros Vietnam”, sin embargo, los presidentes posteriores la resistieron o la ignoraron, muchos de los cuales la consideraron una usurpación inconstitucional de su autoridad ejecutiva.
Desde la aprobación de esta resolución conjunta, los presidentes han tendido a tomar acciones que han sido "consistentes con" en lugar de "de conformidad con" las disposiciones de la ley, en algunos casos, buscando la aprobación del Congreso para una acción militar sin invocarla ley misma. Los miembros del Congreso se han quejado de que no se les ha informado oportunamente o de que no se les ha dado suficiente información sobre algunos compromisos militares. Algunos legisladores han acudido a los tribunales (sin éxito) para buscar la adjudicación de lo que creen que han sido violaciones de la ley. Cada vez más, los presidentes han identificado las resoluciones adoptadas por las Naciones Unidas o la Organización del Tratado del Atlántico Norte como justificación para la intervención militar.
War Power Act 1973 Henry Kissinger – Richard Nixon – Gerald Ford
Como complemento de lo expresado, la debilidad y complicidad del Congreso y Nixon/Kissinger tuvo su expresión más concreta en la aprobación anual del Presupuesto de Defensa, sin lo cual Nixon no hubiese podido continuar la guerra, Con el respaldo monetario del Congreso de Estados Unidos volvió a intentar doblegar a Vietnam del Norte a punta de bombardeos a partir de abril de 1972. En mayo de ese mismo año ordena minar el principal puerto de Vietnam del Norte (Haifong) y seis puertos más con el objetivo de cortar el suministro de armas a ese país. Lo increíble es que este hecho se produjo dos semanas antes de su viaje a Moscú donde se entrevistaría con Brezhnev para hablar de Desarme. Es la continuación de la política del doble rasero “con los pequeños se imponen condiciones, con los poderosos se toma el té". El listado de mentiras y engaños continuó por boca de Kissinger, quien 10 días antes de las elecciones declaraba que la paz estaba a la vuelta de la esquina, y que ya existía un acuerdo con el gobierno de Vietnam del Norte, acerca de los principios para una solución pacífica.
Los electores norteamericanos mansos como corderos acudieron a las urnas con esa perspectiva de paz, sin embargo Nixon ordenó el bombardeo más grande y terrible de la guerra en diciembre de 1972. Durante dos semanas cae el fuego del infierno sobre Hanoi y Haifong ¿Qué importaban unos pocos miles de muertos amarillos, si la reelección había sido ganada? Tras este panorama de Apocalipsis, tras esta apoteosis de fuego y destrucción las nuevas negociaciones de París de Enero de 1973 permitieron sentar las bases del definitivo retiro de los Estados Unidos de la Guerra, que siguió su curso hasta Abril de 1975 cuando el Vietnam que debía ser reunificado en 1956 cumplió su sueño: Millones de muertos, millones de heridos y mutilados, un país arruinado por cerca de 20 años de sistemática destrucción, miles de millones de dólares en ayuda principalmente militar, fueron algunos de los resultados de una guerra genocida llevada a cabo por el autodenominado defensor de la autodeterminación de los pueblos.
Nixon fracasó en su estrategia de forzar la rendición de Vietnam del Norte, y tuvo que aceptar, muy a su pesar que las conversaciones de paz condujeran al retiro de las tropas estadounidenses de todo Vietnam, y que eso sucediera bajo su mandato. Su labor antes de abandonar Vietnam fue de tierra arrasada, destruir todo si nada podían tener, y eso tienen una denominación en términos médicos: Demencia, locura, furia homicida como en ninguna otra administración, a no ser el empeño de Kennedy por destruir la Revolución Cubana. Su paranoia y criminalidad se vería confirmada en el escándalo Watergate, que lo convertiría en el primer presidente de los Estados Unidos que debía dimitir. Hubo otros aspectos del trabajo en política exterior de Nixon que vale la pena mencionar por las implicancias que ello tendría en el escenario internacional.
Uno de esos aspectos es el progresivo acercamiento que los Estados Unidos, de la mano del jefe del Consejo de Seguridad Nacional Henry Kissinger, estaba teniendo con China, que vería culminado sus esfuerzos con la entrada de este país a la Organización de Naciones Unidas y la visita de Nixon al gigante asiático en 1971. Este trabajo, más las conversaciones de desarme con la EX URSS, es lo que se conoce como el proceso de Diplomacia Triangular, estableciendo un inteligente sistema de contrapesos internacionales aprovechando las dificultades entre los dos colosos comunistas. Por otra parte la Administración Nixon/Kissinger, al igual que todas las Administraciones que hemos analizado continuaban su labor de desestabilización de los procesos revolucionarios en el mundo, y un ejemplo de ello es el derrocamiento del Gobierno de Salvador Allende en Chile, en septiembre de 1973 (4)
El pensamiento del Linkage (vinculación) que observamos en la administración Nixon/Kissinger se entiende como la continuación de esa arrogancia, soberbia y esa creencia de tener un destino predeterminado que los hace creer que la periferia es sólo adorno, que la inestabilidad en nuestro mundo subdesarrollado industrialmente se debe a una ignorancia y una estupidez supina. En un interesante artículo escrito en marzo del año 1978 por el analista Helmut Sonnenfeldt en el The New York Times (5) este articulista nos refiere que “La palabra "vinculación", como su pariente cercano, "distensión", entró en el lenguaje común en conexión con las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Soviética en los primeros años de la Administración Nixon. El término, nuevamente como distensión, no fue uno que las principales figuras de esa Administración prefirieron o se originaron al describir los propósitos y el contenido de nuestras políticas hacia la Unión Soviética. Llegó a ser una cómoda taquigrafía en el discurso público; en el proceso se perdieron importantes distinciones”
Sonnenfeldt señala que en términos generales, se puede pensar en la vinculación de dos maneras. El primero es el esencialmente táctico de relacionar dos o más situaciones en las negociaciones o en la gestión de alguna crisis, y tratar de utilizarlos como compensaciones o para ejercer presión para obtener un resultado deseado. Esta es la noción que ha atraído más atención y controversia. Su historia como técnica para la conducción de políticas es, en el mejor de los casos, ambigua. Se cita erróneamente como la esencia del enfoque de Nixon-Kissinger de la política soviética. Este autor nos recuerda que Nixon en su primer informe al congreso sobre la política exterior de su gobierno consideraba que el hecho central que lo caracterizaba era “la interrelación de los eventos internacionales. No inventamos la interrelación; no es una táctica de negociación. Es un hecho de la vida. Esta Administración reconoce que los desarrollos interracionales están entrelazados de muchas maneras complejas: los problemas políticos se relacionan con cuestiones estratégicas, los eventos políticos en un área del mundo pueden tener un efecto de gran alcance en los desarrollos políticos en otras partes del mundo ".
Pablo Jofré Leal
1. Aquí uno ambas administraciones por una cuestión de continuidad histórica, casi sin diferencia que puedan significar separar a Ford de su antecesor
2. Según cálculos efectuados, en lo que se refiere a cantidad de bombas lanzadas durante el gobierno de Richard Nixon, contra Vietnam del Norte, la cifra total supera en tres veces la cantidad de bombas lanzadas por los aliados, contra Alemania y Japón, durante la segunda guerra mundial. Es decir, una cifra de 6,8 millones de toneladas. Recordemos que la Bomba atómica contra Hiroshima, por ejemplo, equivalía a 20 mil toneladas. A lo mencionado, cuando se refiere a los bombardeos contra Vietnam del Norte hay que sumar los agentes químicos y biológicos, como fueron el napalm y el agente naranja.
3. War Powers Act La Ley de Poderes de Guerra es una resolución del Congreso diseñada para limitar la capacidad del presidente de Estados Unidos, para iniciar o intensificar acciones militares en el extranjero. Entre otras restricciones, la ley requiere que los presidentes notifiquen al Congreso después de desplegar las fuerzas armadas y limita el tiempo que las unidades pueden permanecer comprometidas sin la aprobación del Congreso. Promulgada en 1973 con el objetivo de evitar otro prolongado conflicto como la guerra de Vietnam, su efectividad ha sido cuestionada repetidamente a lo largo de su historia, y varios presidentes han sido acusados de incumplir su normativa.
4. Un comité del Senado norteamericano, la llamada Comisión Church comprobó e informó en una comparecencia pública en 1975, la injerencia de la CIA no sólo en el intento de impedir el ascenso de Allende al gobierno en 1970, sino la campaña de desestabilización económica, apoyo a grupos paramilitares y la propia preparación del Golpe encabezado por Pinochet.
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