Hay una verdad histórica: en América Latina hay talento de nacimiento, del otro lado del océano se usan cosas distintas; el orden y la fuerza. Es el reflejo de dos maneras de ser, sin que sea mejor uno que otro estilo. En lo que sí estamos lejísimos es en la organización del espectáculo y en el respeto a las reglas. Tal vez por eso, el fútbol en la Eurocopa es una fiesta, mientras que en los estadios de Colombia y del resto de Suramérica, cada vez se parece más a una guerra. La pulcritud de las canchas, el orden en la tribuna (que para nada impide ni el colorido ni el jolgorio) y el cumplimiento del protocolo son dignos de imitar. Los arbitrajes son buenos, regulares y malos. Tanto como los de acá. La diferencia está en que allá se acepta cuando el juez pita, acierte o se equivoque, y el partido sigue sin mayor traumatismo. Jugadas como el primer gol de Holanda a Italia, en ese confuso fuera de lugar, o la expulsión y regreso al juego de un defensa ruso en cuartos de final, habrían terminado acá en guerras campales y duelos verbales; allá fueron asuntos casi de anécdota. Los jugadores en la Eurocopa no mienten en la cancha. Los que hemos visto salir en camilla no han vuelto o lo han hecho tras largos minutos de atención médica; la payasada de llamar al carrito, perder minutos y alentarse como por milagro, allá no existe. Tampoco los jugadores que dan vueltas como si estuvieran a punto de morir, ni los arqueros que pasan medio partido en el suelo. En el juego, la principal diferencia está en la velocidad. Si acá jugamos a 20 kilómetro por hora, allá no bajan de los ochenta, sin importarles si están en el primer minuto del partido o a instantes de irse a los penales, luego de dos horas de disputa. Ese es el fútbol europeo que hemos visto, que nos ha divertido y del que tanto podemos aprender.
Fuentes : pais.com
lunes
15 junio 2009
19:30:00
112693
<img src="http://www.futbolizados.com/wp-content/euro_2008_logo.jpg" width="80" height="80" align="left" border="0">En el área c
Lo que deja la Eurocopa
Hemos pasado días agradables viendo la Eurocopa, un torneo de alta calidad, que se parece poco a los de este lado del mundo.