Impulsada por el alza en sus ingresos por petróleo y gas natural, Rusia se ha convertido en la principal fuerza antidemocrática en su región, dice un grupo privado de defensa de los derechos humanos.
Casi dos décadas después de la caída del Muro de Berlín, el sueño de una Europa más amplia y libre sigue sin cumplirse, dijo Freedom House en un informe dado a conocer el lunes.
"Con el tiempo, hemos visto cómo el alza en los precios del crudo se relaciona con una drástica caída de las condiciones democráticas, especialmente en Rusia, Kazajstán y Azerbaiyán", dijo el director de estudios del grupo, Christopher Walker, en una entrevista.
Al aumentar los precios de los combustibles, los tres ex estados soviéticos basaron su crecimiento en esos recursos naturales, dice el reporte. El período se vio marcado "por una declinación concurrente en la apertura y la independencia de las instituciones", dijo el informe.
En Rusia se volvió claro que la era de Vladimir Putin trajo una nueva elite que se aferró al poder, dijo Freedom House. Experimentando con un "capitalismo autoritario", un "triángulo de hierro" formado por el poder estatal, jefes industriales y servicios de seguridad está llevando a una declinación en el proceso electoral y un mayor control sobre los opositores políticos y los medios de prensa, agrega el informe.
"Las voces independientes han sido amordazadas y no pueden desafiar o moderar los excesos de la cúpula", dice Freedom House.
Los tribunales, la espina dorsal del sistema legal, son maniatados por el poder para asegurarse de que no puedan proveer justicia independiente e imparcial, dice Walker.
El informe dice que las figuras poderosas "desean asegurarse que sus enormes bienes y el uso que les dan no sean examinados por la prensa, y eso contribuye a la represión".
Asimismo, el creciente autoritarismo está influyendo la política exterior, produciendo "una política cada vez más beligerante de Rusia hacia sus vecinos", dice.
Por ejemplo, señala, Rusia trata de minar reformas democráticas en la vecina Georgia y está presionando a Estonia.