Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) - Arabia Saudí es uno de esos actores, cuyo impulso por acercarse a Iraq y ejercer influencia allí y también sus relaciones con Bagdad, se está volviendo polémico entre los grupos iraquíes. Muchos expresan su preocupación al referirse al papel destructivo de los saudíes en los últimos acontecimientos iraquíes en forma de apoyo al terrorismo y la inestabilidad. Argumentan que Riad abusa de los vínculos económicos para imponer su agenda a los países socios, y hoy abre la ruta para que los saudíes se apoderen de Iraq con la excusa de su ayuda a la mejora económica iraquí prácticamente pone en juego los intereses nacionales iraquíes y la independencia.
El sábado, los medios informaron de la cancelación del primer ministro libanés Hassan Diab a Iraq. Fuentes familiarizadas con la agenda del viaje dijeron que el tema principal de la visita fue la cooperación económica entre los dos países y la cancelación se produce 10 días después de que Bagdad y Beirut llegaran a un acuerdo inicial según el cual Iraq suministraría petróleo al Líbano en una aparente eliminación de los muros de bloqueo en el pequeño país.
Según el periódico libanés Al-Akhbar, la cancelación fue a petición de la parte iraquí por "razones internas", pero en realidad, el factor principal para tomar esta decisión son las presiones externas sobre el gobierno del primer ministro Mustafa Al-Kadhimi. Hay huellas de los bandos que obstaculizan la formación del gobierno en el Líbano, informó el destacado periódico. Arabia Saudí y su aliada Alianza del 14 de Marzo liderada por Saad Hariri son los principales obstructores de la formación del nuevo gobierno del Líbano durante el año pasado, y encontraron que la visita de Diab era una amenaza para su juego sucio y sus planes en el Líbano.
En los últimos meses, los saudíes han subrayado repetidamente la necesidad de que Hezbolá no participe en el futuro gobierno libanés, lo que significa una acción explícita para esterilizar todas las iniciativas para poner fin a la crisis política en el Líbano tras la enorme explosión de agosto del año pasado que literalmente destruyó el país, y todo el puerto de Beirut, que representaba un tamaño considerable de la capital. Mientras tanto, Riad y Hariri ven que el camino para avanzar en sus objetivos es frustrar la lucha del gobierno interino para mejorar las terribles condiciones económicas del Líbano y la escalada de la crisis económica, principalmente para persuadir al público de que la única forma de salvar al país es la formación. un gobierno en los términos de Hariri.
Una delegación libanesa encabezada por Diab, y acompañada por los ministros de agricultura, industria, salud, turismo y energía, viajaría a Iraq para firmar un acuerdo preliminar para que Iraq exportara 500.000 toneladas de petróleo a cambio de servicios médicos y de salud libaneses. La cantidad debía aumentar a 2 millones de toneladas más tarde en virtud de un acuerdo final.
La delegación podría aprovechar su viaje para explorar oportunidades de cooperación en otras áreas con la parte iraquí y ampliar las dimensiones del acuerdo. Esta es una de las alternativas e incluso la principal opción para ampliar la red libanesa de relaciones diplomáticas y comerciales, resolver parte de la crisis energética y reducir la escasez de dólares en medio de la crisis de liquidez.
Ciertamente el reciente acuerdo entre los dos países traería beneficios mutuos a ambos países inmersos en crisis. Iraq, rico en petróleo, que ha experimentado un aumento en los casos de enfermedad Covid-19 en las últimas semanas, sufre una escasez crónica de medicamentos y atención médica, y décadas de guerra, inseguridad y poca inversión han dejado a sus hospitales en un estado de desorden. Mientras tanto, Líbano fue una vez apodado el "hospital del mundo árabe", con sus instalaciones de salud privadas avanzadas y sus médicos capacitados en Europa y Estados Unidos. Pero cientos de médicos ahora están huyendo de la crisis política y económica del país, e incluso los medicamentos básicos no están disponibles.
Los cortes de energía han sido comunes en el Líbano, pero el ministro de Energía, Raymond Ghajar, advirtió en marzo que, si no se proporciona dinero en efectivo para comprar combustible para las plantas de energía, el país "entrará en la oscuridad total a fines de este mes".
Al parecer, cancelar la visita a Bagdad hará más que nadie el juego de Hariri y los saudíes y va en contra de los intereses nacionales libaneses e iraquíes.
Más que cualquier otro país, los iraquíes han sufrido la inestabilidad en la región, y la interrelación del orden de seguridad, especialmente en la lucha contra el terrorismo, el takfirismo y wahabismo patrocinados por Arabia Saudí, ha sido probada en Iraq, que experimentó el grave surgimiento del Daesh. Iraq ha perdido miles de millones de dólares como resultado de la inestabilidad en la región y sigue considerando la crisis siria como una fuente de amenaza para su territorio. Mientras tanto, los problemas económicos del Líbano están teniendo un impacto innegable en la situación de Siria.
La lira, moneda nacional siria, perdió aproximadamente la mitad de su valor entre noviembre de 2019 y enero de 2020, principalmente debido al surgimiento de la crisis financiera libanesa y a las sanciones de la Ley César de EE.UU. Que apuntan a las líneas de vida financieras sirias y a cualquier entidad que trate con el gobierno sirio legítimo.
El Líbano es un centro comercial y financiero para Siria, ya que es un gran mercado para las exportaciones sirias. Muchos sirios tienen depósitos en los bancos libaneses. Cuando los bancos libaneses impusieron límites al retiro de efectivo, principalmente moneda fuerte, y la lira libanesa se desplomó, estos depósitos comenzaron a perder valor.
La repentina contracción de dinero del Líbano cortó una importante arteria financiera hacia Siria, que se vio agravada por la noticia de que Washington imponía nuevas sanciones a Siria. La crisis económica en Siria, a su vez, retrasa la posibilidad de que la crisis finalice y facilite el regreso de los refugiados, parte de los cuales se encuentran en Iraq. Esto mantendrá una sombra de inestabilidad en Siria, lo que hará que la agenda extranjera para reorganizar al Daesh en Iraq mediante el despliegue de terroristas desde Siria a Iraq en un estado de inseguridad y desorden sea más implementable.
Para concluir, si bien el apoyo económico y las promesas de ayuda saudí no trascienden las palabras, las destructivas intervenciones de Riad en los asuntos internos iraquíes y el establecimiento de las condiciones para Bagdad están en aumento, algo que impulsa las opiniones de los críticos de Al-Kadhimi mientras el país se dirige a elecciones anticipadas en octubre.
Traducido en exclusiva por ABNA24 redacción española
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