Las tensiones en la ciudad palestina de Al-Quds (Jerusalén) se han agudizado este viernes, cuando las fuerzas israelíes asaltaron la explanada de la Mezquita Al-Aqsa, durante el rezo de la tarde en el último viernes del mes sagrado de Ramadán, fecha en que se rememora el Día Mundial de Al-Quds.
La Media Luna Roja palestina ha informado, en su último balance, de que, como consecuencia, al menos 178 manifestantes palestinos han resultado heridos, de los cuales de 88 han sido trasladados a hospitales.
De acuerdo a la información, los manifestantes han sido alcanzados por el impacto de pelotas de goma y granadas aturdidoras, principalmente en la cabeza y los ojos.
Además, los soldados israelíes abrieron fuego la misma jornada contra tres jóvenes palestinos en Al-Quds, dos de los cuales perdieron la vida y uno resultó gravemente herido.
Dichos incidentes siguen a días de la escalada en la zona, donde los palestinos han realizado repetidas protestas contra los planes de expulsión de familias palestinas del barrio de Sheij Yarrah, que solo beneficia a los colonos israelíes.
Mientras tanto, los colonos israelíes han atacado brutalmente a los residentes de dicho distrito, disparando con armas de fuego a los civiles palestinos y rociándoles gas pimienta en la cara de algunos.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha pedido este mismo viernes al régimen de Tel Aviv poner fin a sus actos hostiles y la expulsión forzosa del pueblo palestino en Al-Quds, advirtiendo que estas acciones podrían equivaler a “crímenes de guerra”.
Entretanto, los grupos palestinos de la Resistencia han advertido que se proporcionan en Al-Quds todos los elementos necesarios para una exitosa Intifada (levantamiento).
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