¿Qué hacía en Pakistán en diciembre de 2001, cuando lo detuvieron?Iba a coger el avión de vuelta a Alemania. Había pasado dos meses con los Jaamaátt al-tablighi, una asociación religiosa que estudia el Corán y se dedica a ayudar a niños y adolescentes drogadictos. Fui allí porque en Bremen trabajaba como guardia de seguridad en discotecas y vi a muchos jóvenes echarse a perder por las drogas.¿Lo arrestaron sólo por eso?Los paquistaníes me detuvieron para venderme por 3.000 dólares [1.900 euros]. Ésa es una suma tremenda en un país como ése: permite casarse, comprar una casa... Creo que Estados Unidos necesitaba a toda costa culpables del 11-S para presentarlos ante la opinión pública. Y los compró así.¿Había pruebas contra usted?No, así que intentaron conseguir, con todo tipo de torturas, que firmara un papel reconociendo que era talibán. Si en el interrogatorio no lo conseguían, me sometían a electrochoques, o me colgaban de cadenas atadas a las muñecas o a los tobillos, o me sometían a asfixia simulada...¿Y no firmó?Nunca firmé. Lo más curioso es que, a los pocos meses, los estadounidenses ya estaban seguros de que era inocente y ofrecieron a las autoridades alemanas liberarme. Pero éstas se lavaron las manos. Eso me hizo estar cuatro años y medio más en Guantánamo.¿Dejaron de torturarle?No. Lo que hicieron entonces los estadounidenses fue intentar conseguir que firmara un documento autoinculpatorio con el que ellos pudieran justificarse. Siguieron los abusos.¿Llegó a pensar que moriría?Todos los días pensaba que podía ser el último día. Veía personas que fallecían, yo podía ser el siguiente.¿Cómo logró salir de allí?Gracias a mi madre, que siempre supo que era inocente. Presionó tanto al Gobierno alemán y a la opinión pública, que cuando Angela Merkel asumió la cancillería no tuvo más remedio que hablar a George W. Bush de mi caso.En Guantánamo, a veces le privaban del sueño...Sí, una vez me tuvieron tres semanas sin dormir, despertándome cada hora. Hasta que ya no hubo manera de despertarme, hicieran lo que hicieran.¿Cómo duerme ahora?Muy bien, no tengo pesadillas. El único problema es que si bajo del todo las persianas... ¡puedo dormir durante días!¿No guarda rencor por lo que le hicieron?No guardo rencor contra los carceleros, porque sólo cumplían órdenes. Pero no olvido: trabajo para que se sepa hasta dónde llegan los políticos en nombre de la democracia y, sobre todo, para que deje de ocurrir.
Fuentes :
lunes
15 junio 2009
19:30:00
114198
<img src="http://www.venceremos.co.cu/pags/gtmo_bay/portada/images/guantanamo_3024288.jpg" width="85" height="85" align="left" b
"En Guantánamo te quitan hasta el aire que respiras"
“Más allá de las torturas físicas, lo peor es el castigo psicológico, la humillación. Uno piensa que, al menos, no le pueden quitar el aire que respira, pero sí: me metieron en una jaula de plexiglás sin ventilación. Sólo abrían una ranura de vez en cuando para que no muriera”