La farsa de Guantánamo

Murat pasó cinco años en Guantánamo sufriendo multitud de vejaciones. Cinco años hasta que las autoridades militares decidieron que el joven era inocente. Ahora ha decidido contar la verdad sobre lo que ocurre dentro de Guantánamo y sobre las mentiras que el Ejecutivo estadounidense cuenta acerca de las condiciones en las que viven los presos. El Ejercito de Estados Unidos ha hecho creer a la prensa internacional que los presos disfrutan de partidos de fútbol y de paseos al aire libre. Sin embargo, todo esto es mentira. Murat sostiene que muchos prisioneros no han visto jamás una pelota de fútbol, y niega que se pueda salir a diario de las jaulas en las que están encerrados. Pero las cámaras han grabado a algunos presos paseándose por el complejo. La explicación de Murat es que estos presos no lo son. En realidad son trabajadores de Guantánamo disfrazados. Además, los presos carecen de utiles de aseo, tal y como han mostrado las cámaras en diversas ocasiones. Esos útiles tampoco existen, como tampoco las celdas con colchones y comodidades. Todas las celdas son jaulas en las que la única comodidad es un retrete. Murat reconoce que, ante una situación de tal calibre, muchos presos son incapaces de resistir y sucumben.