El servicio de seguridad israelí había alojado a Avi Har-Even en el hotel Efendi de Acre, para que se distanciara de las zonas de crisis en los territorios ocupados durante el reciente enfrentamiento entre palestinos e israelíes. Acre es una antigua ciudad portuaria ubicada al norte de los territorios ocupados por Israel.
La historia que cuentan los servicios de seguridad israelíes sobre la muerte de Avi Har-Even está lejos de ser creíble; cómo un científico de renombre en la industria balística de “Israel” podría morir en un ataque con un cóctel molotov mientras se encontraba en un hotel bajo las más estrictas medidas de protección.
Muchos expertos y analistas de la industria aeroespacial comparan la posición de Avi Har-Even con la del mártir Mohsen Fakhrizadeh, ex presidente de la Organización de Nuevas Investigaciones de Defensa de la República Islámica de Irán, quien perdió la vida hace cinco meses en un ataque terrorista.
Para que parezca que Avi Har-Even fue asesinado en el ataque de un cóctel molotov, el Jerusalem Post publicó junto a la noticia un informe sobre la muerte de dos personas en Lod, una ciudad habitada por musulmanes y judíos.
Como Even ha dirigido importantes proyectos de investigación y desarrollo durante su carrera, su desaparición es un duro golpe para las fuerzas armadas israelíes.
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