Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) - El ataque perpetrado el sábado tuvo como objetivo el hospital Ash-Shifa, en la localidad de Afrin, ocupada desde 2018 por el Ejército de Turquía y sus mercenarios.
La agencia de noticias británica Reuters señaló que las muertes fueron causadas por dos ataques de “artillería”. “El primer ataque afectó a una zona residencial, mientras que el segundo, a un hospital, poco después”, informó el medio.
De momento se desconoce quién está detrás del bombardeo. Sin embargo, los medios turcos vinculan el ataque con la milicia kurda Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), que actúa bajo la dirección del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo) y es considerada por Ankara una organización terrorista, además de contar con el respaldo de EE.UU.
Por su parte, la milicia kurdo-árabe Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) —de las que las YPG forman parte— ha desmentido que alguna de sus fuerzas “haya sido responsable o esté involucrada en el trágico ataque en el hospital de Afrin”.
Las áreas de Siria fronterizas con Turquía enfrentan una intensa volatilidad y un creciente derramamiento de sangre, debido a la presencia invasora de militares turcos desde 2016 y de grupos militantes respaldados por Ankara.
El Gobierno de Damasco ha denunciado la presencia militar ilegal de Turquía y EE.UU. en Siria, así como el apoyo financiero, armamentista y logístico que suministran a las agrupaciones terroristas.
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