Mahmud Ahmadineyad hacía estas declaraciones el domingo por la noche en una reunión que mantuvo con economistas, delegados de las cámaras de Comercio del país y de diversos gremios, de quienes el mandatario escuchó preguntas, propuestas y preocupaciones.
“Aquellos estratos y gremios que soportan presiones políticas, bancarias, económicas y las escandaleras de las amenazas, cuya esforzada y cada día mayor labor hace que este tipo de presiones no tengan en la sociedad una repercusión notable, de seguro que podrían llevar al país a un primer puesto en lo económico, bajo condiciones apropiadas y en un clima de sosiego económico.” Ahmadineyad aseguró que algunas presiones “internas y externas” pretenden “detener el movimiento acelerado del gobierno y del pueblo”, y añadió que dichas presiones “jamás podrán de ninguna manera impedir el progreso del Irán musulmán.”