“Debemos presionar a las autoridades e instituciones estatales en Marruecos para que se retracten del acuerdo de normalización celebrado con Israel, expulsar al embajador israelí [David Govrin] de Rabat y retirar al embajador marroquí [Abderrahim Beyyoudh] de Tel Aviv”, dijo Abdul Rahim Ash-Sheiji, el jefe del Movimiento de Unificación y Reforma, en un discurso durante un festival nacional de la juventud el sábado.
“El apoyo a la causa palestina frente a la ocupación israelí no es simplemente por defender Palestina, sino que nos protege contra las repercusiones de la normalización”, agregó.
El jefe del Movimiento de Unificación y Reforma continuó diciendo que el régimen ocupante israelí seguirá siendo el enemigo de Marruecos escondido bajo el disfraz de la normalización.
Israel y Marruecos acordaron el 10 de diciembre de 2020 normalizar las relaciones en un acuerdo negociado con la ayuda de la administración Trump, convirtiendo al país del norte de África en el cuarto estado árabe de ese año en llegar a un acuerdo de normalización con el régimen. Los otros fueron los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Sudán.
Trump selló el acuerdo en una llamada telefónica con el rey Muhammed VI de Marruecos. Como parte del acuerdo, el entonces presidente estadounidense acordó reconocer la "soberanía" de Marruecos sobre la región del Sahara Occidental, que ha estado en el centro de una disputa con la vecina Argelia.
Argelia dijo que la decisión de Estados Unidos "no tiene ningún efecto legal porque contradice las resoluciones de la ONU, especialmente las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el Sáhara Occidental".
El Frente Polisario independentista también rechazó “en los términos más enérgicos” la postura sobre la disputada región del desierto del Sahara Occidental.
El acuerdo con Israel provocó además la condena de los palestinos y de todo el mundo musulmán.
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