“Cuando fue arrestada por el FBI el 27 de febrero de 2020, [Mariam] Thompson había utilizado su acceso a información clasificada de defensa nacional para proporcionar a su co-conspirador las identidades de al menos ocho activos humanos clandestinos; al menos 10 objetivos estadounidenses; y múltiples tácticas, técnicas y procedimientos”, dijo Justice en un comunicado de prensa. “Thompson tenía la intención y tenía razones para creer que esta información clasificada de defensa nacional se utilizaría para perjuicio de Estados Unidos y en beneficio del Hezbolá libanés”.
Thompson, una lingüista contratada por EE.UU., comenzó una asignación en una instalación de la Fuerza de Tarea de Operaciones Especiales de Estados Unidos en Iraq semanas antes del ataque estadounidense de enero de 2020 que asesinó al general Soleimaní y Abu Mahdi Al-Muhandis, el fundador de una milicia iraquí respaldada por Irán, según el comunicado.
A petición de un co-conspirador libanés no acusado con vínculos con Hezbolá, Thompson utilizó su autorización de seguridad ultrasecreta para acceder a archivos que identificaban fuentes de inteligencia que ayudaron a permitir el ataque de Estados Unidos. Luego utilizó múltiples técnicas para proporcionar nombres y fotografías de las fuentes, junto con relatos detallados de la información que las fuentes habían proporcionado al gobierno de EE. UU., agrega el comunicado.
Como parte de su declaración de culpabilidad del 26 de marzo, Thompson admitió que creía que la información clasificada que le estaba pasando a un ciudadano libanés se proporcionaría a Hezbolá, designado como organización terrorista por Estados Unidos.
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