“De ninguna manera creo que la campaña de John McCain sea racista. Creo que es cínica”, dijo Obama al responder a la guerra mediática que los estrategas del republicano han entablado y en la que han llegado al extremo de comparar a Obama con Paris Hilton o Britney Spears, dos símbolos de frivolidad y locuacidad que los republicanos intentan utilizar para contrarrestar la creciente popularidad de Obama dentro y fuera de Estados Unidos.
En su segundo día de gira por Florida, el senador por Illinois dijo a la prensa que el equipo de McCain está desarrollando una campaña negativa en la que trata de utilizar en su contra todos los elementos de su carrera política, de su relativa inexperiencia, así como su atípica biografía, para presentarlo como un personaje alejado del american way of life y tratar de sembrar dudas entre el electorado.
“Su equipo es bueno en la creación de distracciones y en los ataques negativos para desviar la atención de los temas importantes de la verdadera campaña política”, aseguró Obama quien insistió en señalar que los ataques, más que racistas, tienen la vieja marca del cinismo más acendrado que los republicanos suelen sacar a pasear en cada campaña electoral.
Ayer mismo, Obama rechazó la propuesta de McCain de debatir en público los principales temas del país antes de las convenciones que ambos partidos celebrarán a finales de este mes y principios de septiembre. “Estamos enfocados en los tres debates programados” para el último trimestre del año, declaró la vocera de la campaña de Barack Obama, Jen Psaki.
Por otro lado, en lo que ha sido visto como un significativo cambio de opinión, Obama dijo en una entrevista concedida el viernes al diario Florida´s Palm Beach Post que está abierto a las perforaciones limitadas en el mar si ello supone el fin del atasco en el Congreso en el que está inmersa la legislación energética. “Lo que me interesa es asegurar que tenemos el tipo de política energética global que pueda reducir los precios del gas”, aseguró Obama.
En una nueva andanada de descalificaciones, McCain echó ayer mano del mismo saco de epítetos y ataques que Hillary Clinton utilizó —con escaso éxito— contra Obama. “El senador Obama es buen orador, pero los discursos no lo son todo en política”, dijo McCain al enfatizar que lo que Estados Unidos necesita en esta etapa crucial de su historia es “un buen juicio como comandante en jefe”. El virtual candidato del Partido Republicano consideró que, poco a poco, el electorado verá las diferencias entre él y Obama “cada vez con mayor claridad” y consideró que “al aproximarse el día de las elecciones, la decisión acertada se hace más obvia”.
Además, en un intento por tratar de contrarrestar la estrategia de los demócratas, que lo han presentado como el candidato para un tercer mandado de George W. Bush, McCain recordó que, como senador, no ha dudado en reprochar los errores de bulto que ha cometido la administración republicana en Irak y añadió que su voto de confianza en favor de una nueva estrategia “nos ha salvado de una catastrófica derrota en Medio Oriente”.