En la reunión del miércoles en el Palacio As-Salam de Bagdad, la capital iraquí, el ministro de inteligencia subrayó "la importancia de relaciones sólidas entre los países y sus pueblos".
También transmitió la postura de apoyo del Imam Jameneí a favor del "refuerzo de la cooperación y coordinación bilateral para enfrentar el terrorismo, el extremismo y el establecimiento de la paz en la región".
Alawi también comunicó las condolencias del líder por la reciente tragedia que afectó a un hospital en la ciudad de Nasiriyah, en el sur de Iraq, en la que un furioso incendio mató a decenas de personas.
Las dos partes discutieron el fortalecimiento de las relaciones entre los vecinos y la importancia que tiene para las naciones amigas el mejoramiento de los lazos, intercambiando opiniones sobre la forma de expansión de las relaciones en todas las áreas al servicio de los intereses comunes de los países.
Al dirigirse a Alawi, Saleh hizo hincapié en la profundidad de los lazos históricos de las dos partes y también subrayó "la necesidad de desarrollar una perspectiva de cooperación bilateral entre los países en todos los campos".
También señaló que “un Iraq fuerte, seguro, estable y soberano que disfruta de relaciones equilibradas con los países árabes y musulmanes circundantes, (a su vez) sirve como un elemento estabilizador y la confluencia de los intereses comunes de los países regionales y refuerza los intereses regionales de paz y seguridad".
Expresó su gratitud hacia la República Islámica de Irán por sus posiciones de apoyo con respecto a su país, y agradeció a Teherán por el respaldo que ha estado brindando a Bagdad, especialmente en el área de la lucha contra el terrorismo y el enfrentamiento al grupo terrorista takfirí del Daesh.
En 2014, Irán se convirtió en el primer país que se apresuró a ayudar a Iraq frente al Daesh después de que el grupo lanzara su campaña de derramamiento de sangre y destrucción contra la nación árabe.
El apoyo que ha tomado la forma de asesoría militar para las fuerzas de defensa iraquíes en sus esfuerzos antiterroristas ayudó a Bagdad a derrotar al Daesh a fines de 2017.
La asistencia iraní solía estar dirigida por el teniente general Qassim Soleimaní, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica de Irán (CGRI).
Sin embargo, el comandante, que se ha ganado la reputación de ser el oficial militar antiterrorista más popular y decisivo de la región, fue martirizado en un ataque con aviones no tripulados de Estados Unidos a principios del año pasado.
El ataque que también llevó al martirio de muchos otros, incluido el alto comandante antiterrorista iraquí, Abu Mahdi al-Muhandis, fue ordenado por el expresidente estadounidense Donald Trump mientras el general Soleimaní realizaba una visita oficial a la capital iraquí.
Se produjo en medio de advertencias en numerosos informes y por muchos funcionarios regionales de que Estados Unidos estaba tratando de seguir usando al Daesh como excusa para prolongar su interferencia militar y política en Iraq.
Tras la atrocidad, el parlamento iraquí aprobó una ley que obligaba a todas las fuerzas lideradas por Estados Unidos a abandonar el país.
Al llegar a Bagdad, el ministro de inteligencia iraní realizó una visita al lugar, donde el bárbaro asesinato había tenido como objetivo el convoy que transportaba al general Soleimaní, Abu Muhandis y sus compañeros.
Teherán y Bagdad también se han comprometido a cooperar al máximo para llevar a los perpetradores ante la justicia.
:::
245