“Me dedicaré al servicio del pueblo, el honor del país, la propagación de la religión y la moral, y el apoyo de la verdad y la justicia”, ha prometido este jueves Raisi en un discurso difundido por la televisión nacional.
El nuevo mandatario se ha comprometido también a esforzarse para lograr el levantamiento de las draconianas sanciones estadounidenses.
Raisi ha resaltado que las medidas coercitivas unilaterales contra Irán “deben ser abolidas”, y que apoyará “cualquier plan diplomático que logre este objetivo”.
La ceremonia de la investidura se realiza dos días después de que el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el Imam Jameneí, ratificó el martes a Raisi como presidente del país persa, tras ganar las elecciones del 18 de junio, con más de 18 millones, es decir, el 62 % de los votos.
10 jefes de Estados, 19 presidentes de Parlamentos, 11 cancilleres, otros 9 ministros, así como varios enviados especiales de diferentes países, se encuentran en Irán para felicitar la victoria de Raisi en las elecciones presidenciales de Irán y también participar en su toma de posesión.
El exjuez, de 60 años, toma el relevo de Hassan Rohani. Será el octavo jefe del Ejecutivo y encabezará la 13.ª Administración de la República Islámica. La pandemia del coronavirus y las conversaciones nucleares estarán entre los desafíos a los que se enfrentará el Gobierno de Raisi durante los próximos cuatro años de mandato.
Después de la ceremonia de juramentación debe presentar su propuesta de gabinete.
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