La Administración de Joe Biden está colaborando en secreto con los “halcones de Irán” del Gobierno de Trump para presionar a Teherán en los diálogos de Viena.
Así lo indican los documentos vistos por el diario iraní en inglés Tehran Times. El rotativo señaló el viernes que, mientras los europeos están presionando al nuevo Gobierno iraní, presidido por Seyed Ebrahim Raisi, para que reanude lo antes posible las platicas en la capital austriaca, destinadas a revitalizar el acuerdo nuclear de 2015, la Administración estadounidense, bajo la presidencia de Joe Biden, impulsa un plan para chantajear a Irán o torpedear los diálogos.
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Las conversaciones iniciadas el pasado abril buscan devolver a EE.UU. al acuerdo nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), del que se retiró unilateralmente hace tres años la administración del expresidente Donald Trump.
El demócrata Biden, que asiste a los diálogos de manera indirecta, dijo en su campaña electoral de 2020 estar dispuesto a retornar al pacto, criticando una y otra vez la política de ‘presión máxima’ de su predecesor hacia Irán. Sin embargo, hasta el momento el inquilino de la Casa Blanca, en el poder desde enero del año en curso, no ha dado ningún paso tangible para revertir la política de Trump con respecto a Teherán.
Según los documentos, el enviado especial de Estados Unidos para Irán, Robert Malley, está buscando ayuda de los oponentes del acuerdo y organizando operaciones de propaganda contra Irán en una estrategia de múltiples frentes ideada por igual por republicanos y demócratas.
El equipo de silencio, conocido entre sus miembros como “Grupo sobre la política de Irán”, incluye al enviado de Trump para Irán, Eliot Abrams, el exdiplomático y miembro del think tank pro-israelí Instituto de Washington para la Política de (Asia Occidental) Policy Deniss Ross, y el director gerente del Washington Institute, Michael Singh, entre otros “halcones de Irán”.
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La existencia y las reuniones del grupo, así como las discusiones, deberían ser secretas y extraoficiales, a pesar de que muchos halcones de Irán ya estaban al tanto de la formación del equipo, informa la fuente.
Según los documentos, el objetivo del grupo es dividir el trabajo sobre Irán entre los demócratas y republicanos. Los republicanos juegan el papel de un policía malo, mientras que los demócratas asumen el papel de un buen policía.
La cooperación del actual inquilino de la Casa Blanca con los “asesinos” del PIAC desilusiona, según el rotativo, a quienes creen que la Administración Biden es diferente a la anterior.
Irán ha denunciado una y otra vez los intentos de Washington de chantajearlo en el dossier nuclear. En esta misma línea, el Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, advirtió el pasado 28 de agosto que Biden mantiene las mismas demandas que exigía su predecesor respecto a Teherán.
“Detrás de la escena de la política exterior estadounidense hay un lobo depredador que a veces se convierte en un astuto zorro”, dijo el Líder durante su primera reunión con el nuevo presidente iraní y su Gabinete en Teherán.
El nuevo Ejecutivo persa ha dicho que Teherán da la bienvenida al principio de las negociaciones, pero siempre que no se conviertan en un juego de desgaste y que tengan resultados tangibles como el levantamiento real de las sanciones y el cumplimiento de los derechos inalienables de Irán.
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