El viudo de la asesinada primera ministra Benazir Bhutto surgió el jueves como un posible candidato presidencial en Pakistán, mientras las sombras de una división se avecinaban a la coalición gobernante liderada por su partido.
Inversores y aliados han estado esperando que la renuncia del presidente Pervez Musharraf, anunciada el lunes, sea el principio del fin de las disputas políticas y un cambio de enfoque en los urgentes problemas de seguridad y económicos. Pero eso parece ser poco probable.
El segundo mayor partido de la coalición oficialista, al que pertenece el ex primer ministro Nawaz Sharif, amenaza con renunciar a la alianza a menos que se tome una decisión antes del viernes que reintegre a los jueces destituidos por Musharraf el año pasado.
Otro tema de división es la cuestión del próximo presidente. El Partido del Pueblo de Pakistán (PPP), que integraba la difunta Bhutto y que lidera la coalición, ha propuesto a su viudo, Asif Ali Zardari, para el cargo.
"La mayor parte del partido cree que Asif Zardari debería ser presidente," dijo la portavoz del partido, Farzana Raja, agregando que se esperaba para el viernes una decisión de sus camaradas acerca del candidato.
De acuerdo a la constitución, un nuevo presidente debería ser elegido por los miembros de las cuatro asambleas provinciales y las dos cámaras del parlamento nacional durante los primeros 30 días siguientes a la renuncia de Musharraf.
Un partido regional con base en la provincia sureña de Sindh -de donde proviene Zardari- también ha declarado que lo quiere ver al viudo como mandatario. Zardari se ha negado a revelar si desea ocupar la presidencia.
El bloque de Sharif ha expresado que quiere que el próximo presidente provenga de una de las pequeñas provincias de Pakistán, y que su nominación sea la de un "candidato de consenso."