«Más de trescientas familias de Jammu y sus alrededores han emigrado a lugares seguros», dijo un oficial a IslamOnline.net, que pidió el anonimato.
Las casas y tiendas de los musulmanes fueron atacadas y saqueadas por una muchedumbre de hindúes en las áreas de Akhnoor, Samba y Kishtwar en Jammu.
En Kishtwar, el gobierno local informó que 72 casas de musulmanes y unos pocos negocios fueron incendiados hasta ser convertidos en cenizas por protestantes hindúes.
«Ellos primero colocaron piedras en mi casa y en los alrededores», dijo Mohammad Rafiq Doolwal, recordando los ataques del 12 de agosto por los hindúes.
Los agresores entonces saquearon la tienda del musulmán y le prendieron fuego a su casa.
Los primeros ataques empezaron cuando una muchedumbre hindú atacó con piedras a un cortejo fúnebre musulmán de protestantes asesinados por la policía en Cachemira.
Los disturbios, ocasionados por la decisión del gobierno local en junio de donar la tierra local a un grupo hindú de peregrinaje, puso de manifiesto el aumento de la frustración y reavivando los llamados independentistas de los musulmanes.
La región del Himalaya de Cachemira está dividida en dos partes y gobernada por la India y Pakistán, la cual ha luchado dos de sus tres guerras desde que en el 1947 la región se independizó.
Pakistán y la ONU respaldaron los derechos de las personas de Cachemira por su auto-determinación, una opción a la que opone Nueva Delhi.
Acusan a la policía
Muchos musulmanes acusan a la policía de apoyar los ataques de los extremistas hindúes contra los musulmanes.
«Nosotros queremos saber quién lanzó una granada sobre la procesión musulmana y entonces dispararon indiscriminadamente», dijo Gazi quien fue herido cuando la policía comenzó a disparar.
No menos de dos musulmanes fueron asesinados y otros 50 resultaron heridos, incluyendo a 5 hindúes, en el tiroteo de la policía.
Gazi dijo «un video tomado por diario local muestra a miembros de las Fuerzas de Choque Especial (STF) apoyando a los hindúes y asistiéndolos tirándoles piedras a los musulmanes.
Gazanfar Iqbal Qazi, un joven musulmán, fue también herido por la policía.
«Resulte herido por un disparo de proyectil después que la policía abrió fuego sobre los musulmanes y después me trasladaron al hospital», dijo, añadiendo que su tienda también fue incendiada por los hindúes.
Qazi culpa a la policía y a la administración civil de provocar los ataques a las propiedades de los musulmanes.
El joven musulmán mencionó que el cortejo fúnebre partió sin problemas hasta que fue atacado por unos hindúes en su recorrido por el área mayoritariamente hindú de Hardyal Chowk.
«Nosotros incluso informamos a la policía pero ellos lo tomaron con poca seriedad y en un par de minutos las cosas se pusieron feas cuando los hindúes invadieron las áreas musulmanas y alrededor de seis casas y una docena de negocios pertenecientes a los musulmanes fueron incendiados».
El Majlis-Mushawarat de los Musulmanes de toda India (AIMMM), organismo que representa a las organizaciones musulmanas de la India, ha condenado la ‘masacre’ cometida por las fuerzas armadas en contra de una manifestación pacífica de musulmanes en Jammu y Cachemira.
Presionó por una investigación de los incidentes y demandó el arresto de los oficiales y soldados responsables por el ‘derramamiento de sangre’.
Aterrorizados
En Akhnoor, extremistas hindúes izaron una bandera tri-color sobre una mezquita local en el área de Jorain.
Además incendiaron cerca de 20 casas de musulmanes en el sector de Samba y otras seis en Barbarian.
«No solamente esto, además intentaron saquear cinco negocios pertenecientes a musumanes quienes son minoría entre un gran número de casas de la localidad», dijo Ashiq Hussian Khan, Presidente de la Federación Shiíta.
Jammu y Samba es el hogar de 1.36 millones de hindúes entre los cuales solamente 90,272 son musulmanes.
Bashir Ahmad Chowdhary dijo que los extremistas hindúes tienen aterrorizados a sus familias.
«Yo junto con mi familia fuimos arrastrados fuera de la casa y golpeados por el grupo», denunció Bashir.
Mohammad Din, un anciano musulmán, dijo que más de 200 casas habían sido quemadas en Samba, Jorain Akhnoor y Rajpora Camp.
«Aproximadamente unos mil manifestantes se dirigieron a nuestra aldea y comenzaron a golpearnos», dijo Din a IOL.