«Tú encuentras aquí a personas de todas partes del mundo», dijo el Sr. Mohammad Khan, un ingeniero en computación de origen pakistaní.
«Aquí si existe el verdadero Islam», dijo Khan.
Los hombres, vistiendo sus túnicas blancas y sus pantalones jeans, llegan a la mezquita As-Salam, la mezquita más grande del área, para realizar las oraciones durante el bendito mes de Ramadán.
Las mujeres unas utilizando hijabs o velos oscuros y otras con colores brillantes, también se reúnen en el sitio.
« ¿Es tan hermoso este tiempo en que Dios nos reúne a todos bajo esta creencia»” dijo el Imam Maleck Sarr, originario de Senegal.
Ésta área de Memphis es hogar de unos 10,000 a 15,000 musulmanes.
Los musulmanes americanos estimados en unos seis y siete millones, empezaron a celebrar Ramadán a partir del 1 de septiembre.
En Ramadán, los musulmanes adultos, a excepción de los enfermos y los que están de viaje, se abstienen de comer, beber, fumar y tener relaciones sexuales entre el amanecer y la puesta del sol.
Los musulmanes dedican su tiempo durante este mes para aproximarse a Dios a través de la oración, el auto-control y los buenos deseos.
Los musulmanes acostumbran en este momento leer el Corán y realizar súplicas.
Muchos hombres realizan el i’tikaf (retiro espiritual), permaneciendo los últimos diez días del mes exclusivamente en la mezquita.
Armonía
El gran Memphis también se caracteriza por las relaciones armoniosas entre los musulmanes del área metropolitana.
Ali Halirou, es un africano, que llegó a la zona hace tres años.
Por un tiempo, desarrolló una estrecha amistad con Badrul Hossain, originario de Bangladesh.
Hossain, Presidente de la Sociedad Musulmana de Memphis, dice que nunca habría imaginado tener a un africano como un amigo cercano.
«Tuve prejuicios acerca de las personas africanas... persiguiendo leones», dijo, riendose de sí mismo.
Ahora, él considera a Halirou entre las 10 personas más queridas en su vida.
«De lo que me siento más orgulloso de nuestra mezquita es de la diversidad».