En una entrevista concedida este sábado al canal galo France 24, el máximo diplomático saudí, Faisal bin Farhan Al Saud, ha dicho que aunque Riad y Teherán aún no han llegado a ninguna conclusión sustancial sobre las conversaciones bilaterales, han logrado “suficientes avances” como para continuar las pláticas.
Las dos potencias regionales han llevado a cabo hasta el momento cuatro rondas de diálogos, bajo el patrocinio de Irak, a fin de rebajar la tensión en sus relaciones. La última ronda de conversaciones tuvo lugar el 21 de septiembre.
En la entrevista, el ministro saudí ha dicho que las cuatro rondas anteriores de conversaciones han sido hasta ahora “de naturaleza exploratoria. Han sido cordiales, pero no sustantivas”.
Ha dicho que Riad está comprometido con un diálogo sustantivo con Irán que aborde las preocupaciones de todos los países de Asia Occidental.
“Estamos comprometidos a una discusión sustantiva con Irán sobre cómo abordar las inquietudes que tenemos nosotros y otros países de la región. Eso nos permitirá tener relaciones normales [con la República Islámica] pero eso requiere abordar todas las preocupaciones que tenemos todos”, ha detallado.
El jefe de la Diplomacia saudí ha dicho que su país está abierto a nueva ronda de diálogos con Irán, pero ha señalado que aún no se ha programado su fecha, manifestando su esperanza de que comience “pronto”.
En respuesta a una pregunta sobre si existe la posibilidad de reapertura del consulado de Irán en la ciudad portuaria saudí de Yeda o del consulado saudí en la ciudad nororiental iraní de Mashad, Bin Farhan ha dicho que “sí”, pero ha agregado que todavía no se ha tomado decisión alguna al respecto.
El portavoz de la Cancillería iraní, Said Jatibzade, dijo el lunes que la reanudación del diálogo entre Irán y Arabia Saudí depende de la “seriedad” por parte de Riad.
Por su parte, el canciller persa, Hussain Amir Abdolahian, dijo a principios de octubre que Irán y Arabia Saudí habían llegado a “ciertos acuerdos sobre temas específicos” y consideró como “constructivas” las discusiones, recalcando que son de interés de toda Asia Occidental, siendo Teherán y Riad dos actores “importantes”, cuyo papel puede “consolidar la seguridad de la región”.
Arabia Saudí rompió relaciones diplomáticas con Irán en enero de 2016, tras protestas frente a las representaciones diplomáticas saudíes en Teherán (capital iraní) y Mashad (noreste del país persa) contra la ejecución del prominente clérigo shiíta el Sheij Nimr Baqir An-Nimr por el régimen de Al Saud.
Irán considera a Estados Unidos y su agenda injerencista y desestabilizadora en la zona la principal razón de los conflictos entre Teherán y Riad, y asegura que estos dos últimos pueden tener unas relaciones estables si la monarquía saudí llegue a la conclusión de que la solución a los problemas de la región se encuentra dentro de la propia zona.
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