Este decreto, que especifica que esta decisión entró en vigor el lunes, retira de facto al Sheij Ahmad Badreddin Hasun, de 72 años, quien fue nombrado Gran Muftí en 2004.
Sus poderes ahora recaerán en el Consejo de Jurisprudencia Islámica, un organismo dependiente del Ministerio del Waqf, que gestiona los asuntos religiosos, según SANA.
Este consejo determinará en adelante el calendario lunar y emitirá opiniones sobre asuntos religiosos.
La agencia SANA no dio detalles de las razones de la abolición del cargo de Gran Muftí, pero la decisión se produce después de años de esfuerzos del gobierno para extender su supervisión sobre los asuntos religiosos.
Ya en 2018, un decreto presidencial limitaba el mandato del mufti, hasta entonces ilimitado, a un período de tres años.
El presidente también extendió los poderes del Ministerio del Waqf permitiéndole nombrar al mufti, una prerrogativa que hasta entonces correspondía al propio presidente.
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