El ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, informó el lunes que, tras realizar redadas en 99 mezquitas bajo sospecha de extremismo, se ordenó el cierre de al menos 21 de estos centros religiosos islámicos, en conformidad con la denominada “ley separatista”.
Dijo que se dejaron abiertas 36 mezquitas “porque no contradecían las leyes de la República”, mientras que a otras mezquitas se les impidió recibir financiación externa y el líder de oración de una de las mezquitas fue despedido por sospecha de extremismo.
La comunidad islámica denuncia que estas redadas y cierres de sus centros religiosos son ataques islamófobos contra una minoría perseguida en el país galo.
Insultos y acosos, realidad cotidiana de los musulmanes en Francia
Las agresiones son más frecuentes contra los musulmanes que contra otros ciudadanos en Francia y no se evidencia esfuerzo alguno por parte del Estado para solventar la cuestión, según denuncian varios activistas y grupos pro derechos humanos.
La comunidad musulmana francesa enfatiza que el Gobierno del presidente Emmanuel Macron procura ocultar los problemas que vive Francia y alerta que las resoluciones contra los musulmanes dividirán todavía más la sociedad.
Francia, que cuenta con unos cinco millones de musulmanes entre su población, se convirtió en el primer país de Europa en prohibir el velo de cuerpo entero el 11 de abril de 2011.
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