Según la Agencia Noticiosa Ahlul Bait (ABNA) –Formación del consejo conjunto y sus objetivos.
El consejo político, militar y de seguridad conjunto siguió una nueva tendencia de acercamiento entre los dos países en 2020. De hecho, el serio esfuerzo del gobierno saudí para acercarse a Iraq comenzó cuando Riad organizó una reunión con Iraq para invertir en el país en octubre. El 14 de enero de 2020, en el que los saudíes dieron a conocer un plan para invertir 2.900 millones de dólares en varios proyectos en Iraq, y el ministro de Planificación iraquí, Jalid Batal An-Naym, habló de la existencia de 6.000 proyectos de inversión por valor de 100.000 millones de dólares listos para la inversión saudí. En la primera ronda de la reunión del consejo conjunto, hubo un acuerdo sobre la apertura del cruce fronterizo de Ar'ar y el inicio de un proyecto de carretera que une Nayaf con la frontera con Arabia Saudí. También hubo palabras sobre la apertura de un nuevo cruce fronterizo en la frontera iraquí con la provincia de Arabia Saudí de Muzana.
En su undécimo mes en el cargo, el primer ministro al-Kadhimi visitó Riad el 31 de marzo de 2021 y se reunió con el príncipe heredero Muhammad bin Salman. Acordaron eliminar la doble imposición. También se alcanzaron otros acuerdos comerciales, culturales y mediáticos entre las dos partes.
La segunda reunión del consejo se llevó a cabo el 16 de agosto de 2021, durante la cual se formó el consejo conjunto de comerciantes. El énfasis en las reuniones fue que el consejo conjunto busca apoyar y fortalecer las relaciones económicas y aumentar el volumen comercial entre Iraq y Arabia Saudí y esa fue la principal fuerza impulsora entre la formación del consejo de comerciantes.
Acuerdos y logros del tercer encuentro
La tercera reunión del consejo se llevó a cabo el 10 de enero. El ministro de Relaciones Exteriores iraquí, Fuad Hussein, y su homólogo saudí, Faisal bin Farhan, presidieron la reunión. Una declaración publicada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Iraq indicó que las dos partes discutieron temas en la agenda del consejo conjunto para "fortalecer y desarrollar la cooperación entre los dos países en varios campos".
Durante la reunión, las dos partes discutieron la continuación de la cooperación y coordinación en asuntos políticos, de seguridad y militares, y los esfuerzos para establecer una visión común sobre temas de interés para los dos países en varios campos, facilitando los procedimientos de visa para empresarios iraquíes y saudíes, para consultar y coordinar el apoyo mutuo en instituciones internacionales, fortalecer la cooperación en seguridad e inteligencia en la lucha contra el crimen y el contrabando, firmar un memorando de entendimiento de seguridad entre sus ministerios del interior, realizar ejercicios militares conjuntos, intercambiar cursos técnicos y continuar apoyando a Iraq en cooperación con el coalición internacional en la lucha contra el grupo terrorista del Daesh.
Grandes dudas sobre un panorama claro para la cooperación entre Riad y Bagdad
El tema de la entrada de Iraq y Arabia Saudí en una era de cooperación estratégica se plantea en una situación en la que existe un conflicto arraigado de objetivos e intereses y existen tensiones históricas en sus relaciones. Por lo tanto, no habría un terreno apropiado para su cooperación estratégica. Hay dos razones para tal afirmación:
Las relaciones entre Bagdad y Riad han sido tensas durante prácticamente todos los años desde 1990, cuando Saddam Hussein invadió Kuwait. Las relaciones diplomáticas entre los dos países se mantuvieron tensas incluso después de la caída del régimen baazista en 2003. Básicamente, los saudíes estaban descontentos con los nuevos cambios en el escenario político iraquí y no toleraron la exclusión de los sunitas del poder. Impulsado por este descontento con el cambio de poder en Iraq, Riad desde 2003 se volvió hostil a Iraq y su nuevo sistema, y no escatimó acciones en oposición al nuevo liderazgo. Al alimentar las divisiones entre los grupos políticos, apoyar a los grupos terroristas, perturbar la cohesión social y oponerse al máximo a la unidad de las facciones políticas, Arabia Saudí desempeñó un papel negativo en la política y la soberanía iraquíes.
Hasta 2015, Arabia Saudí no tenía embajador en Iraq. Su primer embajador en Bagdad, Zamer As-Sabhan, interfirió masivamente en los asuntos internos iraquíes. Después de varias protestas y declaraciones diplomáticas, el 25 de agosto de 2016, el gobierno iraquí pidió oficialmente a Riad que cambiara a su embajador, ya que promovía el sectarismo e interfería abundantemente en los asuntos del país. Durante la presencia del Daesh en Iraq, el reino continuó con su papel destructivo, y ahora existe la preocupación de que continúe con sus viejas políticas.
Los puntos de vista contradictorios de Bagdad y Riad sobre el terrorismo y la seguridad
Aunque hasta el momento, como resultado de las tres rondas de reuniones del consejo conjunto, se han alcanzado acuerdos sobre varios temas, básicamente se debe señalar que la cooperación política, militar y de seguridad entre las dos partes no puede elevarse a un nivel estratégico y unidad debido a su conflicto de puntos de vista. Dados los intereses en conflicto, como el envío saudita de grupos terroristas a Iraq y la guerra en Yemen con la que Iraq simpatiza y también el objetivo saudita de interferir en los asuntos iraquíes, los acuerdos no pueden producir los resultados esperados por el gobierno iraquí.
La realidad es que las negociaciones tienen lugar entre Riad y Bagdad, mientras que el papel destructivo de Arabia Saudí en Iraq en forma de patrocinio del terrorismo desde 2014 e incluso antes de eso y también la cooperación con los restos del disuelto partido baazista usando la tarjeta del Daesh no son ningún secreto. Para ser precisos, se trata de estar de pie en dos lados totalmente opuestos; una parte del Eje de la Resistencia y presencia antiamericana en la región y otra contra el Eje de la Resistencia, a favor de la normalización con el régimen israelí, y alineada con la presencia militar regional americana. Por lo tanto, la unidad de dos opuestos es en la práctica imposible y nunca puede conducir a una cooperación y resultados estratégicos.
Traducido en exclusiva por ABNA24 redacción española
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