El mandato del general Kenneth McKenzie como comandante de CentCom finaliza esta primavera, y el presidente de EEUU, Joe Biden, nombró al teniente general Michael Kurilla como su sucesor, escribió el Tehran Times, analizando el historial del general McKenzie en África Oriental y Oriente Medio en su publicación del 17 de enero.
A pesar de las declaraciones de McKenzie y de las del CentCom según las cuales la misión estadounidense en la región tiene como objetivo luchar contra el terrorismo y mantener la paz, el propio McKenzie afirma que la realidad es bien distinta. Él ha dejado claro que la misión de CentCom, bajo el lema “La paz es nuestra especialidad”, nunca fue establecer la paz o la estabilidad, sino preparar el terreno para las operaciones militares estadounidenses cuando lo considerasen necesario.
Aún así, McKenzie no hizo gala de una “poderosa capacidad de combate” contra Irán y dijo en una reunión privada que Irán ahora era más poderoso militarmente que nunca y había creado una “fuerza de misiles balísticos de primera clase” a pesar de la presión económica.
Más adelante en sus declaraciones, el comandante del CentCom explicó que su primer experimentación real con los misiles de precisión iraníes se produjo cuando Teherán lanzó una operación sin precedentes contra Washington disparando misiles contra la base estadounidense en Ain al Assad, en el oeste de Iraq, en represalia por el asesinato de General Soleimani.
McKenzie admitió en la reunión que los misiles iraníes destruyeron objetivos a intervalos de decenas de metros. Agregó que la única razón por la que EEUU no había sufrido más bajas fue la evacuación de la base antes del ataque.
En una entrevista reciente con The New Yorker, McKenzie señaló que el creciente poder militar de Irán le ha dado superioridad y ha hecho que el país sea militarmente invencible, y dijo: “La capacidad estratégica de Irán ahora es muy importante. Tienen la superioridad y la capacidad de derrotar al enemigo en el campo de batalla”.
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