Hay días, e incluso horas que no se olvidan nunca; los iraníes guardan por siempre en su memoria las 9:33 horas del primero de febrero y, en recuerdo, se reúnen cada año en el mausoleo del Imam Jomeiní (r.a.), fundador de la república islámica. Festejan el aniversario de la llegada de su líder a Irán el 1 de febrero de 1979, después de casi 15 años de exilio.
Todos los ojos estaban puestos en la llegada del Líder fundador de la Revolución, el Imam Jomeini, a Teherán desde París, Francia. Su presencia alentó más a la gente a continuar las protestas contra el régimen de Pahlavi. Diez días después, el 11 de febrero, todo el Ejército se rindió ante las fuerzas populares y la Revolución Islámica resultó victoriosa.
La Revolución Islámica se considera el inicio de los movimientos antimperialistas en la región. Marcó la expulsión de sistemas hegemónicos que robaban las riquezas de los pueblos.
Samaneh Kachui, Teherán.
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