Pasado el asombro de los primeros momentos, es la indignación que predomina dentro de la comunidad musulmana de la región francesa de La Lorraine, tanto del lado de las autoridades locales como del Consejo Regional de Culto Musulmán (CRCM), un día después del lanzamiento de tres botellas incendiarias contra la entrada de la Mezquita Merkez Camii en la ciudad de Metz, en la noche del jueves al viernes.
Según información de France Bleu, explotaron dos botellas, pero no la tercera. Afortunadamente el fuego no se propagó, solo sufrió la fachada del lugar de culto. Consternados, los responsables de la Mezquita Merkez Camii, adscrita al Comité de Coordinación de Turcos Musulmanes en Francia (CCMTF), establecen un vínculo directo con "episodios islamófobos que los musulmanes en Francia viven desde hace años y que se acentúan con las últimas resultados de las elecciones presidenciales". Están dando la voz de alarma: “Tras el auge de las ideas antimusulmanas, racistas e incluso xenófobas, los musulmanes se enfrentan a una hostilidad real que va in crescendo”.
Por su parte, el alcalde de Metz, François Grosdidier, que no se atreve a imaginar las trágicas consecuencias que podría haber tenido un artefacto tan explosivo, acudió rápidamente hasta allí. Él "condenó en los términos más enérgicos este acto de islamofobia", y agregó: "Espero que los perpetradores sean identificados y severamente castigados".
El CRCM de la región de La Lorraine, por su parte, no ha tenido palabras lo suficientemente fuertes para "condenar este despreciable acto islamófobo perpetrado contra un lugar simbólico muy querido por los musulmanes", llamando a "conciudadanos de todas las tendencias a acudir a la manifestación de apoyo que tendrá lugar mañana sábado 7 de mayo, a las 12 horas, con el fin de cerrar filas ante un “acto atroz y defender los valores del buen vivir juntos”.