El Sagrado Corán enfatiza que los humanos viven en la adversidad y la dificultad. Pero, ¿para qué es esta dificultad?
Leemos en el versículo 4 de Surah Al-Balad: “Hemos creado al ser humano para enfrentar una gran cantidad de dificultades”.
Basado en este verso, la humanidad ha sido creada para estar en dificultad y sufrimiento. Este mundo es un lugar lleno de dificultades y adversidades.
En su Exégesis del Corán Al-Mizan, Allameh Tabatabaei dice que este verso nos dice que las dificultades nos rodean en todos los aspectos de nuestra vida.
Cuando el hombre va tras cada bendición, la busca pura y libre de cualquier dificultad. Pero el mundo no es así. En este mundo, logramos todo con una cierta cantidad de dificultades.
Por ejemplo, si queremos comer algo, necesitamos pasar tiempo cocinando una comida. Para poder descansar, necesitamos trabajar duro para tener el dinero para comprar o alquilar una casa.
Todo lo que logramos se ha logrado con muchas dificultades e incluso después de lograrlo, contiene todo tipo de limitaciones.
Podemos pensar que algunas personas no enfrentan dificultades ni problemas en la vida porque son ricas y acomodadas. Pero ese no es el caso en absoluto. Este mundo es un mundo de sufrimiento y que enfrenta dificultades.
La alegría y la felicidad puras no se pueden lograr en este mundo. Podemos experimentarlo en el otro mundo. El consuelo, la paz y la felicidad que nos esperan en el Más Allá hacen tolerables las penalidades y los sufrimientos de este mundo.
En otras palabras, se puede decir que las penalidades y dificultades que enfrentamos en este mundo son lo que pagamos para alcanzar la felicidad que nos espera en el otro mundo.