Sura Yasin se encuentra entre los capítulos que tratan estos grandes temas.
Yasin es la sura 36 del Corán. Tiene 83 versos y está en los yuzes 22 y 23. Yasin es una sura Makki y fue el capítulo 43 revelado al Santo Profeta.
Comienza con Huruf Muqattaat (letras separadas) de "Ya" y "Sin" y de ahí su nombre. Según el Hadiz, Yasin se encuentra entre las suras más virtuosas del Libro Sagrado.
Es conocido como el "Corazón del Corán" y la razón, según creen algunos eruditos, es que incluye los temas generales mencionados en el Corán completo y que si uno presta mucha atención a este capítulo, es como si hubiera comprendido todo del Corán.
Sura Yasin fue revelada al Santo Profeta cuando los incrédulos negaron el tema de la resurrección y Dios, el Todopoderoso, envió esta Sura en respuesta a ellos.
La Sura señala tres principios de monoteísmo, profecía y resurrección. Habla de la resurrección de los muertos y de cómo hablan los miembros en el Día del Juicio.
Los versículos iniciales se refieren al tema de la profecía, su filosofía y cómo reacciona la gente a la invitación de los mensajeros de Dios. Subrayan que el resultado de aceptar la invitación es el avivamiento de las personas y que solo aquellos que acepten este llamado estarán en el camino de la salvación.
Luego están los versos sobre el monoteísmo y las señales de la unidad de Dios.
La sección sobre el Día de la Resurrección es la parte más importante de la Sura. Estos versículos tratan sobre la resurrección de los muertos, la separación de los pecadores de los justos, cómo se hacen preguntas a las personas, el fin del mundo, el cielo y el infierno.
Los versículos finales describen las condiciones de los pecadores y los bienhechores en ese día y luego hay una breve discusión sobre los tres principios del monoteísmo, la profecía y la resurrección.
También hay una historia en esta sura sobre una delegación de tres personas enviada a una ciudad para invitar a la gente a adorar a Dios. En algunas fuentes, se hace referencia a los tres como ángeles de Dios o enviados de Jesús (P.).
El pueblo rechazó su llamado y solo un hombre lo aceptó y se hizo creyente. Instó a otros a creer, pero la gente de la ciudad lo mató y fue castigada por Dios.
El nombre de esta persona no se menciona en el Corán, pero en los hadices ha sido alabado y nombrado como Habib el carpintero. Se dice que fue enterrado en Antakya (Antioquía), ahora en Turquía.