Agencia Noticiosa Ahlul-Bait (P)

Fuentes : Iqna
sábado

12 noviembre 2022

14:41:19
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Jauf y Raya; Dos alas del equilibrio para la humanidad

QOM. (ABNA) - La humanidad necesita conocer el camino y tener un equilibrio en lo que quiera hacer. Esto incluye el movimiento en el camino a la salvación. En ese camino, lo que ayuda al hombre a encontrar el equilibrio requerido es Jauf (miedo) y Raya (esperanza) en Dios.

Jauf y Raya es un término en el Corán y denota miedo y esperanza simultáneos y crea una especie de equilibrio en la vida del hombre. Entonces uno debería tener Jauf y Raya al mismo tiempo.

Jauf significa miedo que se origina en la conciencia. Sabemos qué pecado ha cometido y sabemos que Dios es justo y defenderá la justicia. Entonces se avergonzará ante Dios y ante su propia conciencia. Esto creará una especie de disuasión contra los pecados.

El Imam Sadiq (P) dijo: “Un creyente siempre está entre dos miedos. Uno es el miedo a sus pecados pasados, (por lo tanto) no sabe cómo lo trataría Dios. En segundo lugar, teme hasta el final de su vida y no sabe los pecados que podría cometer por él, causando su destrucción. El creyente no abandona su miedo en toda su vida, y sus cosas no mejoran sin miedo”.

Raja significa esperanza. Se sabe que a pesar de todos sus pecados y fechorías, si se arrepiente, Dios aceptará su arrepentimiento. Esta esperanza también crea disuasión contra los pecados, mientras que para aquellos que no tienen esperanza, ser buenos o malos no hace ninguna diferencia y esto abre el camino a más pecados.

La esperanza en Dios sienta las bases para el crecimiento y el camino hacia la perfección, porque somos conscientes de que un poder superior la sostiene.

Jauf y Raya son dos alas para el crecimiento y el movimiento hacia la perfección. Así como un pájaro debe tener dos alas para tener equilibrio y poder volar, un creyente puede moverse en el camino divino si hay un equilibrio entre las dos alas de Jauf y Raya.

El resultado de tener Jauf y Raya es volver al camino de Dios, porque con estos dos no hay otro camino que el arrepentimiento, que convierte los pecados en buenas obras.

“Pero solo aquellos que se arrepientan, crean y actúen con rectitud, sus pecados serán reemplazados por la virtud; Dios es todo perdonador y todo misericordioso”. (Sura Al-Furqan, versículo 70)