Al estudiar los versos del Corán, se puede encontrar que el Islam presta especial atención al diálogo y lo ha utilizado como una herramienta positiva para establecer relaciones con otras culturas y religiones.
El diálogo entre los ángeles y Dios, Dios y los profetas, entre los profetas y el pueblo pone de manifiesto este hecho.
Por lo tanto, el Islam puede considerarse como el enfoque para el diálogo y el Corán como el libro del diálogo porque este libro sagrado ha mencionado los métodos apropiados para establecer el diálogo.
El versículo 18 de la sura Az-Zómar dice: que escuchan la Palabra y siguen lo mejor de ella! ¡ésos son los que Dios ha dirigido! ¡ésos son los dotados de intelecto! [18 Sura I gruppi (39/Az Zómar)]
El Corán también menciona las virtudes (forma correcta) de entablar un diálogo, como prestar atención a la amabilidad, evitar el orgullo, ser pacífico, ser indulgente, ser cortés y abstenerse de calumniar.
En el Día del Juicio habrá un diálogo entre el hombre y Dios.
El diálogo es una oportunidad para transferir conceptos y es un buen método para alcanzar la espiritualidad y la perfección. Nunca debe ser ignorado y abandonado.
Cuantos más conceptos se transmiten en un diálogo, más hemos contribuido a fortalecer las relaciones humanas, a crecer y llegar a un lugar divino.
Las historias que se han mencionado en el Corán son los mejores ejemplos de la importancia del diálogo en el Islam, porque narran la vida de los profetas y recomiendan a otros para dialogar.
El Corán también reconoce que algunos diálogos pueden terminar en conflicto, pero nunca propone detener el diálogo. Más bien, pidió a los humanos que adoptaran una línea moderada en el diálogo, como el enfoque de los profetas, para demostrar que tenían razón y rechazar el mal.
Alzar la voz también es parte del diálogo y, a veces, no se puede evitar. Sin embargo, según las narrativas, estas discusiones no deberían ocurrir debido a un fuerte sesgo a favor de algo. El diálogo debería ayudar a los humanos a avanzar hacia el crecimiento y permitirles ver los aspectos positivos al discutir un tema.
Por lo tanto, el Sagrado Corán habla de diálogo y no de peleas, ya que recomienda a las personas resolver las diferencias por medios pacíficos.