Naciones Unidas denunció “las sentencias de muerte en Arabia Saudí” y agregó que “estas ejecuciones solo se confirman después de que se han producido. Por lo tanto, no hay información sobre los condenados a muerte”.
Señaló que hay informes de que “el jordano Hussein Abu al-Jair puede enfrentar una sentencia de muerte inminente”.
Hace unos días, un censo reveló a la Agence France Presse que Arabia Saudí ejecutó en 2022 el doble de los ejecutados que durante el año pasado, lo que indica un fuerte aumento en el número de personas condenadas a muerte, una situación fuertemente condenada por las organizaciones de derechos humanos internacionales.
Arabia Saudí ejecutó 69 sentencias de muerte en 2021, 27 en 2020, en el punto álgido del brote de coronavirus, y 187 en 2019.
A principios de octubre, la Organización Euro-Saudí de Derechos Humanos reveló que Riad había dictado una sentencia de muerte para 15 presos de conciencia, elevando a 53 el número de personas amenazadas con la pena de muerte, incluidos al menos 8 menores.
Los informes oficiales no explican cómo se llevan a cabo las ejecuciones, pero el reino del Golfo, rico en petróleo, a menudo lleva a cabo ejecuciones por decapitación.
Y en marzo pasado, Arabia Saudí ejecutó a 81 personas en un día por cargos relacionados con el “terrorismo”, lo que provocó una fuerte condena internacional.