Los investigadores también tenían previsto entrevistar este sábado a Chesley Sullenberger, el piloto que ha sido elogiado como héroe nacional por su increíble acuatizaje, cinco minutos después de despegar en Nueva York.
El Airbus A-320 accidentado estaba sumergido casi totalmente en el agua el sábado, amarrado a un muelle en el extremo sur de Manhattan (Nueva York, noreste), hasta donde había sido remolcado vacío horas después del accidente el jueves.
Se desconoce por el momento la causa de la avería sufrida por el avión tras despegar del aeropuerto neoyorquino de La Guardia con destino a Charlotte en Carolina del Norte y que provocó su caída menos de cinco minutos después.
Un equipo de la NTSB dirigido por el veterano investigador Robert Benzon comenzó a trabajar el viernes en Nueva York para determinar las causas exactas del accidente. Los expertos especulan que pudo ser provocado por la colisión con una bandada de gansos u otras aves de gran tamaño que habitan en la zona, que hubieran causado daños catastróficos a las turbinas.
La Oficina Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), que investiga el accidente, señaló que cuando el operativo haya terminado, se podrá revisar el fuselaje y alas.
"Si los pájaros provocaron algún tipo de daño, creo que eso quedará a la vista", dijo en conferencia de prensa Kitty Higgins, miembro del equipo de la NTSB. "Es una pieza muy importante del rompecabezas" de la pesquisa, añadió.
La investigadora indicó el viernes que hasta el momento no ha sido posible recuperar las "cajas negras" que graban los datos del vuelo, pero será la primera tarea una vez que el aparato sea retirado del río. "Recuperar los grabadores no fue posible dentro del agua", admitió Higgins.
Las dos turbinas se desprendieron del avión, y no han sido ubicadas aún en el lecho del caudaloso río Hudson. "No es algo inusual para este tipo de impacto", explicó el viernes la experta. "No podemos llegar a ellas por el problema de las corrientes, el agua y las temperaturas", precisó.