Aparte de asistir a los centros religiosos para conmemorar el día, las personas se aglomeran durante toda la jornada en las calles y plazas, donde reparten dulces, caramelos y jugos.
El Imam Mahdi nació el 15 del mes de Shaban del año 255 de la Hégira lunar (869 d.C.) en la ciudad iraquí de Samara, y vivió hasta los 5 años con su padre, el undécimo Imam, Hasan al-Askari (paz sea con él).
Después de su padre fuera asesinado el día 8 del mes de Rabi' al-awwal del año 260 del calendario lunar (1 de enero de 874), el Imam Mahdi se mantuvo viviendo de forma oculta durante unos 70 años (corta ocultación, entre el año 260 HL/874 d.C. y 329 HL/939 d.C.), sin embargo, en ese tiempo, guiaba a sus seguidores a través de sus representantes.
Tras el fallecimiento del último encomendado, inició la ocultación prolongada del Imam Mahdi que según la creencia shiíta volverá como redentor cuando Dios Todopoderoso lo desee.
Los Imames Mahdi y Hasan al-Askari se enfrentaron a miles de obstáculos que impidieron al pueblo aprovechar las enseñanzas de estos líderes divinos. Por eso, la Sabiduría Divina consideró que el doceavo Imam debía ocultarse y permanecer ausente hasta que el pueblo alcance su preparación para recibir su presencia en la comunidad.
El Imam Mahdi nació el 15 del mes de Shaban del año 255 de la Hégira lunar (869 d.C.) en la ciudad iraquí de Samara, y vivió hasta los 5 años con su padre, el undécimo Imam, Hasan al-Askari (paz sea con él).
Después de su padre fuera asesinado el día 8 del mes de Rabi' al-awwal del año 260 del calendario lunar (1 de enero de 874), el Imam Mahdi se mantuvo viviendo de forma oculta durante unos 70 años (corta ocultación, entre el año 260 HL/874 d.C. y 329 HL/939 d.C.), sin embargo, en ese tiempo, guiaba a sus seguidores a través de sus representantes.
Tras el fallecimiento del último encomendado, inició la ocultación prolongada del Imam Mahdi que según la creencia shiíta volverá como redentor cuando Dios Todopoderoso lo desee.
Los Imames Mahdi y Hasan al-Askari se enfrentaron a miles de obstáculos que impidieron al pueblo aprovechar las enseñanzas de estos líderes divinos. Por eso, la Sabiduría Divina consideró que el doceavo Imam debía ocultarse y permanecer ausente hasta que el pueblo alcance su preparación para recibir su presencia en la comunidad.