Los intérpretes del Corán han mencionado algunos puntos: 1- La mayoría de ellos creen que el Santo Profeta (bpd) fue quien llamó a la fe. 2- Otros dicen que es el Corán, porque mucha gente no ha escuchado el llamado del Profeta (bpd) en persona pero todos han escuchado el llamado del Corán.
Leemos en el Exegesis Coránico Nemuneh: Aquellos que poseen sabiduría y perspicacia, después de reconocer el propósito de la creación, también reconocerán el hecho de que este camino que tiene muchos altibajos no puede emprenderse sin un guía y un líder. Por eso siempre esperan la voz de aquellos a quienes llaman a la fe. Los escuchan, se acercan rápidamente a ellos y creen de todo corazón y dicen a su Señor: "Señor, hemos escuchado a la persona que llama a la fe y hemos aceptado su llamada". Por supuesto, hay algunos que ignoran este llamado y son los que lamentan decir en el Día del Juicio: "Si tan solo hubiéramos escuchado y entendido, no estaríamos ahora entre los habitantes del Infierno". (Sura Al-Mulk, versículo 10)
La interpretación del verso 193 de Sura Al Imran según la exégesis del Corán Nur:
1- Los sabios están dispuestos a aceptar la verdad y además de acudir al llamado a través del Fitrat (naturaleza interior), responden al llamado de los profetas, eruditos y mártires: ""¡Señor nuestro! ¡En verdad, hemos escuchado a uno que convocó a la fe!.."
2- Arrepentirse y admitir un error son signos de sabiduría.
3- Entre las formas de oración que abren el camino al perdón de Dios está la atención al atributo divino de sostén y perdón."¡Señor nuestro! ¡Perdona, pues, nuestros pecados y cubre nuestras malas acciones y"
4- La fe es la base para recibir el perdón de Dios.
5- Incluir a otros en nuestras oraciones.
6- Guardar un secreto es un aspecto de Rububiyat y una forma de educación.
7- La muerte de las personas se produce de acuerdo a la Voluntad de Dios "...al morir, reuníos con los buenos!"
8- Las personas sabias y prudentes desean la muerte con los justos. "...to die, reúnenos con los buenos!"
9- El justo tiene un estatus que todos los sabios quieren alcanzar. “…a morir, ¡reuníos con los buenos!”.