La intolerancia y la terquedad son dos factores que se apoderan de una persona y la desvían.
El fanatismo y la terquedad fueron algunas de las razones por las que la gente no aceptó el llamado de los profetas divinos.
La intolerancia significa un apego irrazonable a algo, como una creencia, tanto que uno sacrifica la verdad por ello. La terquedad significa insistir en algo y negarse a cambiar de opinión aunque vaya en contra de la razón y la lógica.
Uno de los pueblos que se negaron a seguir a los mensajeros divinos ha sido descrito en el Corán así:
Siempre que les llamo para que Tú les perdones, se ponen los dedos en los oídos, se cubren con la ropa, se obstinan y se muestran en extremo altivos. (7 Sura Nuh)
Según este versículo, su fanatismo era tan grande que se negaban a escuchar la verdad y mucho menos a aceptarla.
La razón y la lógica son factores que dan dirección a los movimientos de uno. Aquellos que desobedecen la lógica y la razón y tratan de ir en contra del camino de la naturaleza no solo fracasarán sino que también perderán todo lo que tienen. El fanatismo y la terquedad son los factores irrazonables que lo llevan a uno por mal camino.
Ninguna razón o lógica influye en el comportamiento y conducta del fanático. Ven los eventos en el mundo de una manera sesgada, no como realmente son. Insisten en su enfoque equivocado y se niegan a escuchar cualquier razón.
El Sagrado Corán en varios versos se refiere a esas personas que están enredadas en el fanatismo y la terquedad.
1- Siguen el camino de sus ancestros sin cuestionar su razonabilidad.
Y así, no enviamos ningún monitor antes de ti a una ciudad que no dijeran los ricos: «Encontramos a nuestros padres en una religión e imitamos su ejemplo». (Sura Az Zojrof 23)
2- La intolerancia es una de las razones del racismo:
Y si lo hubiéramos revelado a algún extranjero (que no fuera árabe) y este les hubiera recitado sus aleyas, tampoco habrían creído en él. (Sura Ash-Shura 198-199)