Agencia Noticiosa Ahlul-Bait (P)

Fuentes : Iqna
martes

13 junio 2023

9:58:30
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Un fuego que quema a una persona demasiado ambiciosa

QOM. (ABNA) - Las personas demasiado ambiciosas explotan los sentimientos de los demás para alcanzar el poder y otras ambiciones mundanas.

En algunas de las historias del Sagrado Corán, hay personas con este rasgo que se han descarriado a sí mismos y a otros.

Ser demasiado ambicioso y competitivo es algo peligroso para el individuo y la sociedad. Aquellos que son demasiado ambiciosos buscan dominar la sociedad y quieren que la gente los siga.

Así como algunas personas usan su dinero para lograr metas mundanas (buenas o malas), las personas demasiado ambiciosas explotan los sentimientos de las personas para lograr poder y otras metas mundanas.

Si bien estas personas pueden tener un fuerte poder de razonamiento o grandes habilidades y talentos para gobernar a la gente, no están libres de errores y fallas.

Debido a que su foco de atención es este mundo, no el más allá, sus deseos y metas mundanos los hacen tomar decisiones que los llevan no solo a ellos sino también a otros por el camino equivocado y hacia la destrucción.

El Imam Sadiq (P) nos advierte que no sigamos a esos individuos que buscan la dominación y el poder porque hacen que ellos mismos y los demás se descarríen.

El Sagrado Corán nombra a algunos de estos individuos:

Pero, cuando retiramos de ellos el castigo, he aquí que quebrantaron su promesa. (50)Faraón dirigió una proclama a su pueblo, diciendo: «¡Pueblo! ¿No es mío el dominio de Egipto, con estos ríos que fluyen a mis pies? ¿Es que no veis? (51) Estos versículos indican tanto la arrogancia como la ambición excesiva de Faraón. Sabía que Moisés (P) tenía razón y que había sido enviado por Dios, pero engañó a la gente y afirmó ser un dios porque amaba el poder y dominar a la gente. Faraón se llevó a sí mismo y a los que estaban con él a la condenación eterna. “Serán expuestos al fuego por la mañana y por la tarde y en el Día del Juicio, se les dirá: 'Pueblo del Faraón, sufran el tormento más severo'”. (Versículo 46 de Surah Ghafir)