Jesús (P) es un profeta especial de Dios que tiene un libro y trajo una religión. Es una figura pura, justa y respetada que se encuentra entre los más cercanos a Dios.
Su madre María (P) la concibió por orden de Dios sin haberse casado. Después de su nacimiento, ella lo llevó a Egipto. Jesús (P) vivió allí en secreto durante 12 años y luego se fue al Levante para vivir en una ciudad llamada Nazaret.
Su misión era difundir el cristianismo e invitar a las personas a Dios, la paz, la amistad y la fraternidad. Es por eso que los judíos comenzaron a oponerse a él e incluso intentaron matarlo, pero Dios lo salvó a través del ángel Gabriel.
Hay diferentes puntos de vista sobre el destino de Jesús (P). Según relatos históricos, Dios lo llevó al cielo.
Después de que Jesús (P) invitara a la gente a la religión de Dios, prominentes figuras judías y rabinos comenzaron a oponerse a él y conspiraron para arrestarlo. Lograron capturarlo con la ayuda de uno de sus compañeros y después de un juicio lo crucificaron hasta la muerte.
Hay varios relatos de este evento. Los libros de historia judíos y cristianos y los libros religiosos tienen cada uno su propio relato de lo que sucedió.
Los judíos creen que Jesús fue arrestado, juzgado y torturado y que murió bajo tortura.
Según los cristianos, fue arrestado y torturado hasta la muerte, pero resucitó después de tres días y ascendió al cielo. Pero según el Corán, el que fue arrestado era alguien que se parecía a Jesús, es decir, otra persona fue juzgada, torturada y asesinada por error. Al enterarse de las perversas maquinaciones de los judíos, Jesús (P) subió al cielo por mandato de Dios.
Y por haber dicho: Nosotros matamos al Ungido, hijo de Mariam, mensajero de Dios. Pero, aunque así lo creyeron, no lo mataron ni lo crucificaron. Y los que discrepan sobre él, tienen dudas y no tienen ningún conocimiento de lo que pasó, sólo siguen conjeturas. Pues con toda certeza que no lo mataron. (Verso 157 de Surah An-Nisa)