Desde que el Profeta Adán vino a la tierra hasta hoy, todas las personas han enfrentado este desafío.
El tema del bien y el mal, o la virtud y el vicio, ha sido tema de conversación entre filósofos, teólogos y pensadores a lo largo de la historia.
Al discutir diferentes aspectos de este tema, llegaron a importantes conclusiones sobre Dios y la teología.
Jair (bueno, virtud) se refiere a un fenómeno que produce resultados positivos y satisface las necesidades materiales o espirituales de uno. Todas las cosas buenas vienen de Dios, tanto las que vienen directamente de Dios -como la tranquilidad que uno siente al recordar a Dios)- como las demás.
Shar (malo, vicio) se refiere a un fenómeno que generalmente no trae buenos resultados para las personas.
Shar es uno de los temas cuyo origen ha sido muy debatido.
Como Dios es absolutamente bueno y todo lo que hace se basa en Hikma (sabiduría) y conocimiento, uno no puede atribuir Shar a Dios.
Ahora la pregunta es cómo podemos distinguir Jair y Shar entre sí y cómo podemos reconocerlos en el mundo.
El Imam Ali (P) responde a esta pregunta en el Sermón 167 de La cumbre de la elocuencia (en árabe نهج البلاغة Nahyul Balaga):
“Dios, el Glorificado, ha hecho descender un Libro guía (el Sagrado Corán) en el que ha explicado la virtud y el vicio. Debes adoptar el curso de la virtud por el cual tendrás guía, y mantenerte alejado de la dirección del vicio para que permanezcas en el camino correcto”.