Mohammad Reza Jabaran, miembro del Instituto de Investigación del Pensamiento y la Cultura Islámica, en una reunión dijo:
"En el área de los valores, la sociedad ha reducido su dependencia de la religión, las creencias y la espiritualidad, las relaciones se han vuelto mucho menos importantes que en el pasado, y la sociedad avanza hacia el materialismo y el individualismo. Los valores y las normas morales cambian y hoy, en lugar del sacrificio, la paciencia, la tolerancia y una visión idealista del futuro, el hombre busca satisfacer sus deseos y lo que es para su beneficio.
El divorcio en la sociedad contemporánea se ha convertido en una forma de vida que las personas pueden elegir como cualquier otra forma de vida, mientras que en el pasado el divorcio no estaba en nuestra cultura ni era algo común en el mundo.
Muchas funciones familiares fueron delegadas a otras instituciones como la educación, y también desapareció la necesidad de la vida familiar.
Como resultado de todos estos cambios y desarrollos, el divorcio se ha vuelto mucho más rápido y común que antes.
Un fenómeno que causa problemas no debería ocurrir en absoluto o debería cambiarse. Es decir, el divorcio no debería ocurrir en su forma actual, o debería limitarse.
El Corán ha proporcionado soluciones adecuadas para resolver este problema.
En términos de las ciencias sociales, existen dos características en el divorcio, la institución y el control de los organismos sociales. La mayoría de las personas otorgan a los cónyuges el derecho a optar por el divorcio, y las autoridades que trataron de impedir el divorcio hoy acompañan a la pareja hasta lograr su objetivo.
Pero en el pensamiento islámico, basado en el Corán, el divorcio no es una forma de vida sino una estrategia de resolución de problemas de emergencia, por lo que desde el punto de vista islámico no está prohibido divorciarse, pero si alguien opta por divorciarse, incluso si no hay legalmente razones válidas, comete moralmente un pecado.