Sura 113. Al-Falaq (El Alba)(en árabe: سوره الفلق, en español también: La Alborada) es la sura número 113 del Sagrado Corán y la vigésimo sura revelada al Profeta Muhammad (PBD). En esta Sura, al igual que en la Sura al-Naas (114), Dios enseña al Profeta (BPD) y a los creyentes refugiarse en Dios de toda malicia en general, y de algunas maldades en particular. Según el contexto de la Sura y lo que surge de la causa de su revelación, algunas exégetas del Corán considerando que esta sura es medinense, sin embargo, hay otros que sostienen que es una sura mecana.
Falaq
La razón de la denominación de esta sura con el nombre “Falaq” (Alborada) es que en su primera aleya, Dios ordena al Profeta (PBD) y a los creyentes refugiarse en el Señor de la alborada.
Mu'awizah
Esta sura fue llamada Mu'awizah (amparo) porque el hombre al recitar esta aleya busca protección de las tentaciones satánicas. En el Sagrado Corán, dos suras se conocen como Mu'awizatain (dos amparos), las Sura al-Naas (114) y la Sura al-Falaq (113) ya que las dos empiezan con la búsqueda de refugio en Dios.
Contenido de la Sura:
En el primer verso, Dios ordena al Profeta que se refugie en Él: "(Mohammad) Di: Busco refugio en el Señor de la aurora".
Desde un punto de vista etimológico el término Falaq significa dividir algo y separar algo de otra cosa. Se refiere al amanecer porque es el momento en que se rompe la oscuridad de la noche.
Luego Dios se dirige al Profeta en el segundo verso: "(Busco refugio en Dios) del mal de lo que él ha creado".
Este versículo no significa que la creación de Dios incluya el mal, sino que el mal viene cuando la creación se desvía de las leyes de la creación y del camino definido por Dios.
El siguiente versículo completa el mandato: “y (busco Su protección) del mal de la omnipresente oscuridad”.
La palabra "ghasigh" en este versículo significa el comienzo de la oscuridad de la noche y algunos comentaristas creen que se refiere a cualquier mal que se nos presente.
Desde un punto de vista etimológico el término Falaq significa dividir algo y separar algo de otra cosa. Se refiere al amanecer porque es el momento en que se rompe la oscuridad de la noche.
Luego Dios se dirige al Profeta en el segundo verso: "(Busco refugio en Dios) del mal de lo que él ha creado".
Este versículo no significa que la creación de Dios incluya el mal, sino que el mal viene cuando la creación se desvía de las leyes de la creación y del camino definido por Dios.
El siguiente versículo completa el mandato: “y (busco Su protección) del mal de la omnipresente oscuridad”.
La palabra "ghasigh" en este versículo significa el comienzo de la oscuridad de la noche y algunos comentaristas creen que se refiere a cualquier mal que se nos presente.
El siguiente verso indica otra amenaza: "y (busco protección) del mal de los naffasat (los que soplan los nudos)".
Muchos comentaristas creen que la palabra naffasat se refiere a quienes practican la brujería, mientras que otros creen que se refiere a las mujeres que susurran al oído de los hombres para cambiar de opinión y dirigirlos hacia el mal.
El otro peligro que amenaza a los seres humanos mencionado en el último verso de la Sura Al-Falaq es la envidia.
La envidia es una de las peores características que uno puede tener y el hecho de que esta Sura la mencione junto con otros males muestra lo peligrosa que puede ser.
Las cuatro “Qul”
En el Sagrado Corán, hay 5 suras que inician con la palabra “Qul; قل ” (¡di!). Estas suras hijo:
la Sura al-Yinn (72),
la Sura al-Kafirun (109),
la Sura al-Ijlas (112),
la Sura al-Falaq (113),
la Sura al-Naas (114).
A excepción de la Sura al-Yinn (72) el resto de estas suras se conocen como Las Cuatro Qul.
Según los hadices, la recitación de estas cuatro suras juntas tiene muchos beneficios para nuestro bien y para nuestra protección. El Profeta (PBD) ha recomendado recitar estas suras para diferentes actos y ocasiones como por ejemplo al inicio del viaje, y para protección de la propiedad y de los hijos.También, es recomendable recitarlas antes de dormir y en el día viernes.