Esta sura fue revelada en La Meca y consta de once aleyas
Contenido y mérito de su lectura
Por último, divide a los hombres en dos grupos: aquel cuyos actos pesarán en la balanza de la justicia divina, cuya recompensa será la vida placentera y eterna junto a la misericordia y aquel, cuyos actos serán livianos y su destino será el ardiente fuego infernal.
Para conocer el mérito de su lectura, nos es suficiente exponer el siguiente hadîz del Imam Al-Bâqer (P): “A quien recite Al-Qâri‘ah, Dios Altísimo lo protegerá de la sedición del “Daÿÿâl”, (impostor que se levantará al final de los tiempos para engañar a la gente y alejarla de la fe en Dios) y del infierno el Día de la Resurrección, Inshâ’al·lâh.”[1]
Nº 101 - Sura al-Qâri‘ah (El Suceso Demoledor)
Bismil lâhi ar rahmâni ar rahîm
1. Al qâri‘ah
2. Mal qâri‘ah
3. Ua ma adrâka mal qâri‘ah
4. Iauma iakunun nâsu kal farâshi almabzûz
5. Ua takûnul ÿibâlu kal ‘ihnil manfûsh
6. Fa-amma man zaqulat mauâzînuhu
7. Fahua fi ‘îshaten râdiah
8. Ua amma man jaffat mauazînuhu
9. Fa ummuhu hâuiah
10. Ua mâ adrâka mâ hiah
11. Nârun hâmiah
En el nombre de dios, el compasivo, el misericordiosísimo
1. ¡el suceso demoledor!
2. ¿qué es el suceso demoledor?
3. ¿y qué te hará entender lo que es el suceso demoledor?
4. El día en que los hombres estén como mariposas dispersas
5. Y las montañas sean (aventadas) como la lana cardada.
6. Pero en cuanto a aquel cuyas buenas acciones pesen en la balanza,
7. Disfrutará de una vida placentera,
8. En cambio, aquel cuyas acciones sean livianas en la balanza,
9. Su albergue será, pues, el abismo.
10. ¿y qué te hará entender lo que es?
11. ¡es el fuego ardiente!
1. Al qâri‘ah
1. ¡el suceso demoledor!
2. Mal qâri‘ah
2. ¿qué es el suceso demoledor?
3. Ua ma adrâka mal qâri‘ah
3. ¿y qué te hará entender lo que es el suceso demoledor?
El vocablo “Qâri‘ah”, derivado de la raíz “Qara´a”, significa golpear algo contra un objeto, de tal modo que produzca un gran estruendo.
Es por eso que en el idioma árabe, al látigo y al martillo se los denomina “Maqra’ah”; usualmente se denomina “Qâri‘ah”, a todo evento trascendente y dificultoso, (Es posible que aquí el ta’ de ta’niz –ta' femenino- sea con el fin de enfatizar).
A través de la segunda y tercera aleya, por medio de las cuales Dios interroga al Profeta (PB) qué sabe él de “Qâri‘ah”, queda evidenciado que es un suceso tan grande, que sus dimensiones no caben en la mente de ningún humano.
La mayoría de los intérpretes, sostienen que es uno de los nombres del día del Juicio Final; sin embargo, no detallan si acaso la expresión, señala los sucesos previos al Juicio Final, es decir, cuando el Universo se desmoronará, el sol y la luna oscurecerán y los mares se incendiarán; o si se refiere a la segunda etapa, vale decir, la Resurrección de los muertos y el nuevo planeamiento del Universo.
Si correspondiese al primer caso, la elección del nombre “Qâri‘ah”, sería claro y si correspondiese al segundo, se debería a que el horror y el pánico de aquel día, golpearán los corazones. Algunas de las aleyas que le siguen, concuerdan tanto con una posibilidad como con la otra.
Sin embargo, considerando la visión general de la sura, nos resulta más adecuada la primera posibilidad, pese a que ambos eventos han sido citados uno tras otro.
4. Iauma iakunun nâsu kal farâshi almabzûz
4. El día en que los hombres estén como mariposas dispersas
El término “Farâsh”, es el plural de “Farâshah” y significa mariposa, aunque algunos, lo traducen como langosta. Aparentemente, este último significado, fue tomado de la aleya 7 de la Sura Al-Qamar (La Luna), donde se compara a los hombres con las langostas dispersas.
Sin embargo, el significado lingüístico es mariposa.
La comparación a la que alude el Corán, se debe a que generalmente las mariposas se acercan tanto al fuego que terminan quemándose. De igual manera, los malhechores, también se lanzarán al fuego infernal. Existe además, la probabilidad de que la comparación, indique el anonadamiento y el desconcierto especiales, que abarcarán a todos los hombres en ese día. En el caso de aceptar la versión de la langosta, se debería a que la mayoría de los seres con capacidad de vuelo, cuando lo hacen en bandada toman una dirección común, a excepción del insecto citado.
v v v
5. Ua takûnul ÿibâlu kal ‘ihnil manfûsh
5. Y las montañas sean (aventadas) como la lana cardada.
El término “‘Ihn”, significa lana colorida y “Manfûsh”, de la raíz “Nafsh”, significa cardar. Previamente hemos dicho que, acorde con las diversas aleyas coránicas, en el umbral del Día del Juicio, las montañas marcharán y luego chocarán y se desmoronarán. Finalmente, se convertirán en polvo aventado, que la aleya en cuestión compara con la lana colorida cardada, una lana que marcha merced a los ciclones y solo permite divisar su color. Así será la última etapa de la eliminación de las montañas. Es posible que el término “‘Ihn”, señale los diversos colores de montañas, existentes en todo el planeta Tierra.
De todos modos, esta frase testimonia que las aleyas mencionadas, hacen referencia a las primeras etapas del Día del Juicio, es decir, la etapa de la destrucción y el fin del mundo.
6. Fa-amma man zaqulat mauâzînuhu
6. Pero en cuanto a aquel cuyas buenas acciones pesen en la balanza,
7. Fahua fi ‘îshaten râdiah
7. Disfrutará de una vida placentera,
8. Ua amma man jaffat mauazînuhu
8. En cambio, aquel cuyas acciones sean livianas en la balanza,
9. Fa ummuhu hâuiah
9. Su albergue será, pues, el abismo.
10. Ua mâ adrâka mâ hiah
10. ¿y qué te hará entender lo que es?
11. Nârun hâmiah
11. ¡es el fuego ardiente!
Luego, trata la etapa de la Resurrección y la vuelta a la vida de los muertos, separándolos en dos grupos.
El vocablo “Mauâzîn”, es el plural de “Mizân”, que significa balanza.
En primer lugar a este vocablo, se lo ha utilizado para las balanzas materiales y posteriormente se lo utilizó también como balanza espiritual. Algunos sostienen que los actos de los seres humanos en ese día, serán corporizados y tendrán un peso determinado, que se conocerá a través de una balanza. Además, se ha dado la posibilidad de que el registro de acciones sea pesado. Si el mismo contuviera buenas acciones, tendrá un peso considerable y si contuviera malas acciones, su peso será liviano. Sin embargo, no habría necesidad de tales justificaciones, puesto que no necesariamente deberá ésta, ser una balanza material sino cualquier medio que sirva para calcular el peso, como leemos en un dicho:
“Inna amîral mu’minîn ual a’immah min dhurriatihi humul mauâzîn” [2]- “Ciertamente, el Príncipe de los Creyentes y los Imames (P) de su descendencia son las balanzas”.
Cierta vez se le preguntó al Imam As-Sâdeq (P), acerca de la balanza y él respondió: “Al-mizân al-‘adl”, “La balanza es la justicia”.[3]
Así, podemos afirmar que los más próximos a Dios y las leyes de la justicia divina, serán las balanzas con las cuales se compararán las acciones de los hombres. Su peso será determinado, de acuerdo al grado de similitud con esas balanzas.
Se ha citado el término “Mauâzîn”, que es el plural de “Mizân”, porque los próximos a Dios y las leyes divinas, constituyen cada uno, una balanza. Además, la numerosidad de las cualidades y los actos humanos, exigen que cada uno sea pesado con una balanza diferente. Encontraremos más detalles del tema en los tomos: 6, 12 y 14.
El término “‘îshaten râdiah” (vida placentera), es una descripción de la agraciada y sosegada vida de los habitantes del Paraíso. Esa vida, será tan satisfactoria cual si la vida misma estuviera satisfecha. Es sin duda, un privilegio especial del otro mundo, puesto que por más placentera, confortable y segura que sea la vida terrenal, nunca está exenta de insatisfacción.
La expresión “Ummuhu hâuiah” (su albergue (lit. “madre”) será el abismo), se debe a que “Umm”, significa madre y la madre es un refugio, un albergue para los hijos; éstos acuden a ella cuando están en dificultades.
En este caso particular, la aleya indica que los pecadores cuyas balanzas serán livianas, no hallarán otro refugio más que el fuego del Infierno y, ¡pobre de aquel cuyo refugio es el fuego ardiente!
Otra versión sostiene que “Umm” en este caso significa cerebro, puesto que en árabe se lo denomina “Ummur ra’s” (la madre de la cabeza), entonces el sentido de la aleya sería: De cabeza serán lanzados al abismo.
No obstante esta probabilidad parecería ser remota y no concuerda con el versículo que le sucede.
En cuanto al término “Hâuiah”, derivado de la raíz “Hauâ”, significa caer, precipitarse y es además uno de los nombres del Infierno. Los pecadores se precipitarán en él. Asimismo señala la gran profundidad del Infierno.
El vocablo “Hâmiah”, derivado de la raíz “hamî”, significa calor intenso, ardor, y señala oportunamente el intenso ardor del Infierno.
Concluyendo, la frase que dice: “¿Y qué te hará entender lo que es el suceso demoledor?”, es un indicio de que el castigo de aquel día, superará en gran medida la imaginación de todos los seres humanos.
Los factores que incrementan el peso de la balanza de las acciones
Sin duda alguna, el valor de las diferentes acciones benevolentes no es igual. Por lo tanto, los numerosos hadices han dado énfasis a una parte de ellos y los han considerado factores primordiales, para el incremento del peso de la balanza.
Dijo el Profeta (PB) respecto a la interpretación de la frase “Lâ ilâha il·lal·lâh”: “Esta frase señala la unicidad de Dios y ningún acto será aceptado sin la aceptación previa de la misma. Es verdaderamente la consigna de la devoción y el temor a Dios que aumenta el peso de algunas acciones”.[4]
Dijo el Príncipe de los Creyentes (P) respecto al testimonio de fe: “¡Qué liviana es la balanza que carece de testimonio y qué pesada aquella que lo contiene!”.[5]
Dijo uno de los Imames, Al-Bâqer o As-Sâdeq (P): “No existe en la balanza de las acciones, algo que pese más que el “Salauât” (saludo al Profeta (PB) y su descendencia) -naturalmente luego de realizado el testimonio de fe-.” Y agregó: “Habrá, el Día del Juicio, gente junto a balanzas livianas, que se convertirán en pesadas luego de que se coloquen los “Salauât”.”[6]
Del Imam Al-Bâqer (P): “Aquel cuya apariencia supere su interior, tendrá una balanza de acciones liviana”.[7]
Para culminar la interpretación de esta Sura, expondremos una bella respuesta dada por Salmân al-Farsî:
“Cierta vez y con tono despreciativo, alguien preguntó a Salmán: ¿Quién eres tú? ¿Qué valor tienes?”. Él respondió: “El comienzo de mi existencia y el tuyo, fue un pegajoso infectado espermatozoide; tu fin y el mío será la carroña, pero cuando el Día del Juicio Final arribe y se establezcan las Balanzas, aquel cuyas acciones pesen, será noble y venerado y aquel cuyas acciones sean livianas será ruin y despreciado”.[8]
¡Oh Dios nuestro! Haz pesada la balanza de nuestras acciones por el amor que sentimos por Muhammad y su descendencia.
¡Oh nuestro Creador! Nos será imposible alcanzar la vida placentera sin tu favor. ¡Ayúdanos pues, en esta empresa!
¡Oh Señor nuestro! Ciertamente es muy ardiente el fuego de tu infierno y no podremos tolerarlo.
¡Apágalo pues, con el agua de tu misericordia!
¡Así sea, oh Señor de los Mundos!
Fin de la Sura al-Qâri‘ah.
Fuente: La Interpretación Ejemplar del Sagrado Corán- tomo 27; Editorial Elhame Shargh