Dios dice en el versículo 38 de la Sura Al-An’aam: “No hemos descuidado nada en el Libro”. Por lo tanto, todo lo mencionado en el Corán está dentro del ámbito del Adl (justicia) y la moderación.
En el Libro Sagrado no se puede ir al extremo ni a la inmoderación. Por lo tanto, aquellos que siguen el Corán son así. Todos siguen el camino de la moderación. El secreto de esto es el hecho de que la relación con Dios es el camino recto y corto.
No hay deformaciones ni curvaturas en este camino. Si alguien toma este camino, seguramente llegará al destino que desea llegar. Es importante que el primer paso en este camino sea abandonar el egoísmo, la vanidad y los deseos mundanos. Este camino recto es a la vez recto y corto porque Dios está más cerca de nosotros que incluso nuestra vena yugular. El Corán lo expresa de la manera más sabia: "Sepan que Dios está entre la persona y su corazón". (Verso 24 de la Sura Al-Anfal)
Lo que distorsiona este camino son los deseos mundanos y la inmoderación. El Imam Ali (p) dice en el Hadiz 117 de Nayul-Balagha: “Dos categorías de personas causarán ruina por mi causa: el que me ama con exageración y el que me odia intensamente”. De modo que aquellos que se desvíen del camino de la moderación se enfrentarán a la ruina. Pero el tercer grupo son los que actúan y piensan moderadamente. Consideraban al Imam Ali (p) un siervo puro de Dios. Adl y la moderación deberían dominar todos los aspectos de la vida y el Imam Ali (p) es un verdadero ejemplo de tales individuos.