El uso de oraciones y súplicas se enfatiza en la Tarbiyah coránica. El tema de las oraciones es un tema tan extenso y amplio en el Islam que se puede considerar una cultura que ha tenido muchas bendiciones y resultados positivos en la vida de las personas.
Las oraciones tienen muchos beneficios espirituales y fortalecen la relación con Dios. En el Sagrado Corán, Dios dice que el valor de las personas es proporcional a sus oraciones: Di: «Mi Señor no se cuidaría de vosotros si no Le invocarais. Pero habéis desmentido y es ineludible». (Verso 77 de la Sura Al-Furqan)
La oración aumenta la conciencia de uno mismo y ayuda a purificarse de los males, a recordar a Dios, a recordar los deberes, a prestar atención y a buscar la armonía con el sistema de la creación. La oración nos da tranquilidad y nos anima a esforzarnos más en consonancia con los compromisos sociales y las responsabilidades personales. La oración tiene un papel especial en la historia de María (P).
Por ejemplo, Dios responde a la oración de su madre: Cuando la mujer de Imran dijo: «¡Señor! Te ofrezco en voto, a Tu exclusivo servicio, lo que hay en mi seno. ¡Acéptamelo! Tú eres Quien todo lo oye, Quien todo lo sabe». (Verso 35 de la Sura Al Imran)
Su madre también oró para que ella y sus descendientes estuvieran a salvo de Satanás: Y cuando dio a luz a una hija, dijo:«¡Señor! Lo que he dado a luz es una hembra -bien sabía Alá lo que había dado a luz- y un varón no es igual que una hembra. Le he puesto por nombre María y la pongo bajo Tu protección contra el maldito Demonio, y también a su descendencia». (Verso 36 de la Sura Al Imran)