De acuerdo con la Oficina de Comunicación del Gobierno de Gaza, la ofensiva del ejército sionista ha ocasionado la destrucción de más de la mitad de los 325 sitios históricos en el enclave, que incluyen “antiguas mezquitas, iglesias, escuelas, museos, casas antiguas y varios sitios patrimoniales”.
Tales acciones suponen un intento “de borrar la presencia cultural y patrimonial palestina”, ha subrayado la fuente gubernamental.
Entre los inmuebles destruidos durante la agresión sionista se encuentra la Mezquita Al-Omari de Gaza, la más grande y antigua de la franja, así como la Mezquita de Otman Bin Qashqar, otro de los templos más viejos del enclave, ambos en el casco antiguo de la Ciudad de Gaza.
Asimismo, parte del patrimonio cristiano bizantino de la Franja sufrió desperfectos o quedó destruido, como la iglesia bizantina de Yabalia o la iglesia ortodoxa de San Porfirio, en la ciudad de Gaza, que en noviembre sufrió un bombardeo israelí que ocasionó la muerte de una veintena de cristianos que se refugiaban en su interior.
Otro de los inmuebles que ha resultado destruido es el Archivo Central en la ciudad de Gaza, donde había manuscritos y documentos antiguos almacenados.
La Oficina de Prensa del Gobierno gazatí ha subrayado que los ataques israelíes contra patrimonio centenario o milenario del enclave son “un claro crimen internacional” que viola también la Convención de la Haya de 1954 sobre la protección de bienes culturales en episodios de conflictos armados.
Israel libró una guerra genocida contra la Franja de Gaza como represalia por el fracaso sufrido durante la operación especial Tormenta de Al-Aqsa, ejecutada del 7 de octubre último por el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) en respuesta a los crímenes de la entidad sionista contra el pueblo palestino.
Los indiscriminados bombardeos y la ofensiva terrestre del régimen de ocupación han ocasionado la muerte de al menos 21 672 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, en tanto otras 56 165 personas resultaron heridas.