Significado
Laylat en árabe significa “Noche” y Ar-Raqa’ib es la forma plural de la palabra árabe “ar-Raqiba” (en árabe: الرغيبة) que significa gran deseo y esperanza. La expresión Laylat al-Raqa’ib hace referencia a una noche donde la gente pide sus deseos a Dios.[1]
Es recomendable ayunar el primer jueves del mes de Rayab.
Sayyed ibn Tawwus narra un hadiz del Profeta Muhammad (Bpd) donde se ha recomendado realizar una oración especial en esta noche. Esta oración se realiza de la siguiente manera:
Después del ocaso del primer jueves de Rayab, es recomendable realizar doce ciclos de oración (i.e. 6 oraciones de 2 ciclos) entre las oraciones del ocaso y la noche. En cada ciclo se recitan la Surah al-Fatiha una vez, la Surah Al-Qadr (97) tres veces y la Surah Ijlas (112) doce veces.
Después de terminar los doce ciclos, se recita setenta veces la siguiente súplica:
al-lahumma sal-lî ‘alâ muhammad an-nabî al-ummî wa ‘alâ âlihi
(¡Dios nuestro! ¡Bendice a Muhammad, el Profeta iletrado y a su descendencia!)
Luego, el orante debe prosternarse y repetir setenta veces:
subbûhun quddûs, rabbul malâ’ikati wa-rrûh
(¡Glorificado, Santísimo, es el Señor de los ángeles y el Espíritu!)
A continuación, en posición de sentado, decir setenta veces:
rabbigfir warham wa tayâwaz ‘ammâ ta’lam innaka antal ‘alîi-ul a’dzam
(¡Señor! ¡Perdóname y ten misericordia de mí! ¡No consideres lo (malo) que sabes de mí! ¡Ciertamente; que Tú eres Altísimo, Majestuoso!)
Luego, debe volver a prosternarse y decir setenta veces:
subbûhun quddûs, rabbul malâ’ikati wa-rrûh
(¡Glorificado, Santísimo, es el Señor de los ángeles y el Espíritu!)
Después de realizar los rituales de esta oración, se puede pedir a Dios lo que se desee.
Virtudes y Recompensas
Se ha narrado en un hadiz que el Profeta Muhammad (Bpd) dijo: “Quien realice esta oración, Dios altísimo le perdonará todos los pecados y en el día de la Resurrección le permitirá interceder por setecientos miembros de su familia y cuando esta persona llegue a la tumba en la primera noche, Dios, el Altísimo le enviará la recompensa de esta oración que se le corporizará en un bello ser, de rostro resplandeciente y de habla elocuente, que le dirá:
Oh, amado mío! te doy las albricias de que estás a salvo de toda dificultad.
El difunto le preguntará: ¿Quién eres? Juro por Dios que nunca he visto alguien tan bello, he oído voz tan dulce o he olido ningún perfume mejor que el tuyo. Le dirá entonces: Yo soy la recompensa de aquella oración que realizaste la noche de aquel mes, de aquel año. He venido junto a ti para cumplir lo que mereces, acompañarte en tu soledad y alejarte del temor. Estaré a tu lado para darte sombra el Día de la Resurrección, cuando la trompeta sea tañida. ¡Alégrate, pues, que el bienestar te acompañará por siempre![2]
Autenticidad de este hadiz
Este hadiz ha sido mencionado en el libro al-Iqbal al-Amal por Sayyed Ibn Tawus. Sin embargo, en este libro, no se hace mención de la cadena de trasmisión de la narración. [3]
Este hadiz también ha sido mencionado en las fuentes de los hadices sunitas, pero su autenticidad se ha cuestionado por algunos sabios sunitas.[4]
Notas↑ Makarem Shirazi, Mafatih Nowin, pág. 618↑ Iqbal al-A’mal. tomo 3, pág. 186↑ Iqbal al-A’mal. tomo 3, pág. 185↑ Ibn Yowzi, al-Muzu’at, tomo 2, pág. 125Bibliografía