Muchas creencias islámicas enfatizadas en el Libro Sagrado estimulan el autocontrol. Por ejemplo, la creencia en la supervisión divina. El Corán dice que los humanos están en la presencia de Dios y Él ve la verdad de sus actos. “¿No se da cuenta de que Dios lo ve?” (Verso 14 de la Sura Al-Alaq)
La supervisión divina tiene características únicas. En primer lugar, cubre todos los aspectos de la vida. “Dios vela por todas las cosas”. (Verso 52 de la Sura Al-Ahzab)
En segundo lugar, no se pasa por alto la más mínima acción. El Día de la Resurrección, los malhechores se escandalizarán por esto: “Si exponen la Escritura y deciden a los pecadores, temiendo por su contenido: «¡Ay de nosotros! ¿Qué clase de escritura es esta que no es necesario enumerar, ni grande ni pequeña? Allí encontrarán ante sí lo que tienen. Y usted, Señor, no será injusto con nadie”. (Verso 49 de la Sura Al-Kahf)
En tercer lugar, además de la supervisión divina, hay ángeles que registran cada acto del pueblo: “pero hay gente que observa: (10) nobles, escritores, (11) que saben lo que han hecho. (12)” (Versículos 10-12 de la Sura Al-Infitar)
Saber esto hace que uno sienta la presencia de Dios y de los ángeles, lo que mejora el autocontrol.